29 DE FEBRERO – SÁBADO –
DESPUÉS CENIZA – A –
Mártir en China,
Lectura
del libro de Isaías (58,9b-14):
ESTO dice el Señor:
«Cuando alejes de ti la opresión, el dedo acusador y la calumnia, cuando
ofrezcas al hambriento de lo tuyo y sacies al alma afligida, brillará tu luz en
las tinieblas, tu oscuridad como el mediodía.
El Señor te guiará siempre,
hartará tu alma en tierra abrasada, dará
vigor a tus huesos.
Serás un huerto bien regado,
un manantial de aguas que no engañan.
Tu gente reconstruirá las ruinas antiguas, volverás a levantar los
cimientos de otros tiempos; te llamarán “reparador de brechas”,
“restaurador de senderos”,
para hacer habitable el país.
Si detienes tus pasos el sábado,
para no hacer negocios en mi día santo, y
llamas al sábado “mi delicia” y lo consagras a la gloria del Señor; si lo
honras, evitando viajes, dejando de hacer tus negocios y de discutir tus
asuntos,
entonces encontrarás tu delicia en el
Señor.
Te conduciré sobre las alturas del país y gozarás del patrimonio de Jacob,
tu padre.
Ha hablado la boca del Señor».
Palabra de Dios
Salmo:
85,1-2.3-4.5-6
R/. Enséñame, Señor, tu camino,
para que siga tu verdad
V/. Inclina tu oído, Señor, escúchame,
que soy un pobre desamparado;
protege mi vida, que soy un fiel tuyo;
salva, Dios mío, a tu siervo, que confía
en ti. R/.
V/. Piedad de mí, Señor,
que a ti te estoy llamando todo el día;
alegra el alma de tu siervo,
pues levanto mi alma hacia ti, Señor.
R/.
V/. Porque tú, Señor, eres bueno y clemente,
rico en misericordia con los que te
invocan.
Señor, escucha mi oración,
atiende a la voz de mi súplica. R/.
Lectura
del santo evangelio según san Lucas (5,27-32):
EN aquel tiempo, vio Jesús a un publicano llamado Leví,
sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo:
«Sígueme».
Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió. Leví ofreció en su honor un
gran banquete en su casa, y estaban a la mesa con ellos un gran número de
publicanos y otros. Y murmuraban los fariseos y sus escribas diciendo a los
discípulos de Jesús:
«¿Cómo es que coméis y bebéis con publicanos y pecadores?»
Jesús les respondió:
«No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a
los justos, sino a los pecadores a que se conviertan».
Palabra del Señor
1. Dos ideas fundamentales son los ejes sobre
los que Lucas ha construido este relato, tan breve como profundo.
- La primera idea
es la importancia decisiva del "seguimiento" de Jesús.
- La segunda idea
es la experiencia de Dios.
El seguimiento es el criterio y el hecho que
define la nueva vida que asume Levi.
La idea y la
experiencia de Dios es lo que no aceptan, ni les cabe en la cabeza, a los
fariseos. La teología de los fariseos no podía tolerar la idea de un Dios que
acoge a los pecadores y se alegra con ellos, sin que hayan dado muestra alguna
de conversión o cambio de vida.
2. Es de la máxima importancia insistir en el
tema del "seguimiento" de Jesús, como criterio y principio central de
la vida cristiana. Es el criterio que define al cristianismo.
Es decir, lo que
define al cristianismo es el hecho de hacer propia la forma de vida y el
proyecto de vida que llevó Jesús.
Por tanto, lo que
define al cristianismo no son los dogmas, ni los sacramentos, ni los rituales,
ni el papado, ni la jerarquía.
Lo que define al
cristianismo y a los cristianos, según los evangelios, es el seguimiento de
Jesús. Cristianos, por tanto, son las personas que son reconocidas y se
distinguen por su vida de seguimiento de la vida que llevó Jesús.
Esto es lo capital
que en la Iglesia ha sido olvidado demasiado, equivocada y hasta
escandalosamente.
3. Por último, no tenemos más remedio que
reconocer que, con frecuencia, nuestra idea de Dios se parece más a la idea de
los fariseos que a la idea de los evangelios.
¿Por qué le tenemos
tanto miedo a Dios?
O lo que es peor, ¿por
qué tanta gente no quiere saber nada de Dios?
¿No será porque nuestro Dios es un Dios tan
insoportable como el dios de los fariseos?
Tenemos que matar
al fariseo que todos llevamos dentro.
Augusto Chapdelaine, Santo
Mártir en China,
En los años bisiestos se celebra el día 29 en lugar del 28.
Martirologio Romano: En la ciudad
de Xilinxian, en la provincia china de Guangxi, san Agusto Chapdelaine,
presbítero de la Sociedad de Misiones Extranjeras de París y mártir, que,
detenido por los soldados junto con muchos neófitos de esta región a los que
había convertido, recibió trescientos azotes, fue encerrado en una reducido
agujero y finalmente degollado. (1856)
Etimológicamente: Augusto = Aquel que es venerado y respetado, es de origen latino.
Fecha de
canonización: 1 de octubre de 2000, junto a otros 119
mártires en China, por el Papa Juan Pablo II.
Nació en La Rochelle (Manche) francesa en 1814. Se ordenó sacerdote en 1843.
En 1851 ingresó en el Instituto de las Misiones Extranjeras de París y en 1852
embarcó para China.
Fundó una comunidad cristiana en Kuang-Si, que a su muerte contaba con
varios centenares de cristianos.
Por sus cartas se sabe que esperaba como la cosa más natural del mundo su
muerte al estilo de los mártires. En esos escritos aparece con una serenidad
fuera de lo común, apoyada sólo en lo sobrenatural y con una perseverancia
heroica.
Varias veces fue apresado y encarcelado y otras tantas puesto en libertad.
Es más, mientras estaba prisionero, solía entrar en salir de la prisión, según
el buen humor de los funcionarios locales, yendo y viniendo a atender a sus
fieles con los sacramentos y la predicación.
Hasta que un día, uno de los jefes lo torturó con el refinamiento reservado
a los criminales. Como al día siguiente aún respiraba, lo mandó decapitar y
colgar su cabeza de las ramas de un árbol gigante.
Los niños, se peleaban entre ellos para tirarle piedras hasta conseguir
caerla. Y esto, sin más precisión, sucedió en los últimos días de febrero.
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