24 DE NOVIEMBRE – MARTES –
34ª – SEMANA DEL T. O. – A –
Santos Andrés
Dung Lac y compañeros
Lectura
del libro del Apocalipsis (14,14-19):
Yo,
Juan, miré, y apareció una nube blanca; y sentado sobre La nube alguien como un
Hijo de hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro y en su mano una hoz
afilada.
Salió
otro ángel del santuario clamando con gran voz al que estaba sentado sobre la
nube:
«Mete
tu hoz y siega; ha llegado la hora de la siega, pues ya está seca la mies de la
tierra».
El
que estaba sentado encima de la nube metió su hoz sobre la tierra y la tierra
quedó segada.
Otro
ángel salió del santuario del cielo, llevando él también una hoz afilada. Y del
altar salió otro ángel, el que tiene poder sobre el fuego, y gritó con gran voz
al que tenía la hoz afilada, diciendo:
«Mete
tu hoz afilada y vendimia los racimos de la viña de la tierra, porque los
racimos están maduros».
El
ángel metió su hoz en la tierra y vendimió la viña de la tierra y echó las uvas
en el gran lagar de la ira de Dios.
Palabra de Dios
Salmo:
95,10.11-12.13
R/.
Llega el Señor a regir la tierra.
Decid
a los pueblos: «El Señor es rey:
él afianzó el orbe, y no se
moverá;
él gobierna a los pueblos
rectamente». R/.
Alégrese
el cielo, goce la tierra,
retumbe el mar y cuanto lo
llena;
vitoreen los campos y
cuanto hay en ellos,
aclamen los árboles del bosque. R/.
Delante
del Señor, que ya llega,
ya llega a regir la tierra:
regirá el orbe con justicia
y los pueblos con
fidelidad. R/.
Lectura
del santo evangelio según san Lucas (21,5-11):
En
aquel tiempo, como algunos hablaban del templo, de lo bellamente adornado que
estaba con piedra de calidad y exvotos, Jesús les dijo:
«Esto
que contempláis, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea
destruida».
Ellos
le preguntaron:
«Maestro,
¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para
suceder?».
Él
dijo:
«Mirad
que nadie os engañe. Porque muchos vendrán en mi nombre diciendo: “Yo soy”, o
bien: “Está llegando el tiempo”; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias
de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque es necesario que eso
ocurra primero, pero el fin no será enseguida».
Entonces
les decía:
«Se
alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y
en diversos países, hambres y pestes. Habrá también fenómenos espantosos y
grandes signos en el cielo».
Palabra
del Señor
1. El anuncio que
hace Jesús, sobre la destrucción de la belleza y la calidad del Templo, es el
anuncio del fin del esplendor y el boato como mediación para encontrar a Dios.
La riqueza en oro y la belleza consiguiente debió ser algo tan asombroso que,
después de la conquista de Jerusalén por parte de los romanos, la provincia de
Siria se vio inundada por una gigantesca oferta de oro; lo que trajo como
consecuencia, según el historiador F. Josefo, que "la libra de oro se
vendiese a la mitad de precio que antes" (J. Jeremías).
El esplendor de nuestras basílicas y
catedrales, empezando por la de san Pedro en Roma, impresiona y admira. Pero
todo eso no lleva a la gente a ser más honrada, más justa y de mejor
corazón.
Eso ya no es mediación para encontrar
a Dios.
2. Cuando se dicen
estas cosas, hay personas que sienten lo que sintieron los apóstoles cuando
Jesús les dijo que todo lo del Templo y sus grandezas estaba a punto de
hundirse para siempre.
Los discípulos sintieron miedo.
Por eso se comprende todo lo
que Jesús añade sobre las situaciones en las que mucha gente piensa que se nos
viene encima el fin del mundo o poco menos.
En tales situaciones, aparecen los
"salvadores", los que dicen que ellos son los “auténticos”, los que
saben dónde y cómo hay que buscar la solución.
Jesús dice: No vayáis tras ellos. Los
"iluminados", que aprovechan los momentos de crisis y desconcierto,
para ofrecer soluciones seguras, son gente peligrosa.
3. Desgracias,
calamidades, guerras y crisis económicas las habrá siempre.
Hasta el fin de los tiempos. Pero no
perdamos la cabeza, ni nos dejemos invadir por la angustia y el miedo. La vida
es más fuerte que todo lo demás. Y la
Santos Andrés Dung
Lac y compañeros
Mártires vietnamitas del
siglo XVI canonizados por Juan Pablo II. El anuncio del evangelio en las
regiones del Vietnam fue recibido con alegría por mucha gente. Esta aceptación
fue probada pronto con la persecución y muchos fueron los mártires en los
siglos siguientes. El grupo que celebramos hoy está compuesto por noventa y
seis vietnamitas, once misioneros dominicos españoles y diez franceses.
Vida de Santos
Andrés Dung Lac y compañeros
Memoria de santos Andrés Dung Lac, presbítero, y de sus compañeros,
mártires. En una común celebración se venera a los ciento diecisiete mártires
de las regiones asiáticas de Tonquín, Annam y de la Cochinchina. Ocho de ellos
eran obispos, otros muchos presbíteros, amén de ingente número de fieles de
ambos sexos y de toda condición y edad, todos los cuales prefirieron el
destierro, las cárceles, los tormentos y finalmente los extremos suplicios,
antes que pisotear la cruz y desviarse de la fe cristiana (1839).
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