6 DE NOVIEMBRE – VIERNES –
31ª – SEMANA
DEL T. O. – A –
San Pedro
Poveda Castroverde
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a
los Filipenses (3,17–4,1):
Seguid mi
ejemplo, hermanos, y fijaos en los que andan según el modelo que tenéis en
nosotros. Porque, como os decía muchas veces, y ahora lo repito con lágrimas en
los ojos, hay muchos que andan como enemigos de la cruz de Cristo: su paradero
es la perdición; su Dios, el vientre; su gloria, sus vergüenzas. Sólo aspiran a
cosas terrenas.
Nosotros, por el contrario, somos
ciudadanos del cielo, de donde aguardamos un Salvador: el Señor Jesucristo. Él
transformará nuestro cuerpo humilde, según el modelo de su cuerpo glorioso, con
esa energía que posee para sometérselo todo. Así, pues, hermanos míos queridos
y añorados, mi alegría y mí corona, manteneos así, en el Señor, queridos.
Palabra de Dios
Salmo:121,1-2.4-5
R/. Vamos alegres a la casa del Señor
¡Qué alegría
cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén. R/.
Allá suben las tribus, las tribus del Señor,
según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de
justicia,
en el palacio de David. R/.
Lectura del santo evangelio según san Lucas
16, 1-8
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
"Un hombre rico tenía un
administrador y le llegó la denuncia de que derrochaba sus bienes. Entonces lo
llamó y le dijo: "¿Qué es eso que me cuentan de ti? Entrégame el balance
de tu gestión, porque quedas despedido".
El administrador se puso a echar sus cuentas:
"¿Qué voy a hacer ahora que mi amo me quita el empleo? Para cavar no tengo
fuerzas; mendigar, me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que cuando me
echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa".
Fue llamando uno a uno a los deudores de
su amo, y dijo al primero:
"¿Cuánto debes a mi amo?"
Este respondió:
"Cien barriles de aceite".
Él le dijo:
"Aquí está tu recibo: aprisa, siéntate
y escribe cincuenta".
Luego dijo a otro:
"Y tú, ¿cuánto debes?"
Él contestó:
"Cien fanegas de trigo".
Le dijo:
"Aquí está tu recibo: Escribe
ochenta".
Y el amo felicitó al administrador
injusto, por la astucia con que había procedido.
Ciertamente, los hijos de este mundo son
más astutos con su gente que los hijos de la luz".
Palabra del Señor
1. Para entender el significado de
esta parábola, hay que tener en cuenta el sitio en el que Lucas la
coloca. En el capítulo 16 de su evangelio, Lucas recuerda dos parábolas
que se refieren a un mismo tema: el dinero. Se trata de la parábola del administrador
perverso (Lc 16, 1-8) y la del rico comilón y el pobre Lázaro (Lc 16, 19-31).
Pero justamente entre estas dos parábolas,
el mismo Lucas puso la sentencia tajante de Jesús: "No podéis servir a
Dios y al dinero".
El significado de este bloque de enseñanzas,
sobre la incompatibilidad entre Dios y el dinero, viene a completar lo que el
mismo Jesús ha enseñado en las tres parábolas de la misericordia, en el
capítulo anterior del evangelio de Lucas. Lo cual quiere decir que donde hay
misericordia, no puede haber complicidad con el afán de acumular riqueza.
2. Por tanto, lo primero que es
necesario deducir, de lo dicho, es que la parábola del administrador perverso
no se puede interpretar en el sentido de que debemos administrar bien la
"riqueza espiritual" que Dios nos concede (J. D. M. Cerrett).
Una interpretación al servicio de la
tranquilidad de conciencia de todos los perversos, que pretenden conciliar sus
perversiones ambiciosas con las fortunas que acumulan. Fortunas que, tal como
están las cosas, se acumulan a base de empobrecer a miles de gentes desamparadas
y sin posibilidad de defenderse.
3. Entonces, ¿qué sentido tiene
esta extraña parábola? La parábola no pretende elogiar la
sinvergonzonería del administrador. Y menos aún, esta parábola pretendería
decirnos que "el hombre rico", que elogió al sinvergüenza, es la
imagen de Dios.
¿Pero no hemos quedado en que Dios es
incompatible con el afán de riqueza?
No. Lo que la parábola viene a enseñar
es que el dinero pervierte de tal manera, que, tanto el rico propietario como
el administrador de sus propiedades, por causa de su apego al dinero eran tan
canallas, que consideraban digno de elogio al que miente, engaña y hace
trampas.
O sea, la enseñanza de Jesús es
tan clara como fuerte y dura: la riqueza pervierte los criterios y la
mentalidad de la gente hasta el extremo de que elogia a los canallas. Cabe
decir: de la misma manera que quien anda siempre metido en ambientes de
prostitución, termina siendo un impuro; el que anda a diario en ambientes de
riqueza, termina siendo un corrupto.
¿Por qué somos más indulgentes con la
riqueza que con la impureza?
Hoy las cosas están cambiando. Y esta
mentalidad también cambia. Pero aún nos queda mucho camino por andar.
San Pedro Poveda Castroverde
San Pedro
Poveda nació en Linares (Jaén) el 3 de diciembre de 1874. Ordenado sacerdote,
creó las Escuelas del Sagrado Corazón para evangelizar a los pobres del barrio
de las cuevas de Guadix y confió a mujeres su proyecto educativo, fundando la
Institución Teresiana.
Murió mártir el 28 de julio de 1936.
Fecha de canonización: 4 de mayo de 2003
por S.S. Juan Pablo II
Breve
Biografía
Nacido en Linares
(Jaén) en 1874 en el seno de una familia muy cristiana, Pedro José Luis
Francisco Javier Poveda Castroverde era el mayor de seis hermanos. De temprana
vocación sacerdotal, ingresa joven en el Seminario de Jaén, aunque por motivos
económicos se traslada con una beca al Seminario de Guadix (Granada). Compagina
los estudios eclesiásticos con los civiles. Fue ordenado sacerdote en 1897 y,
al tiempo que continúa sus estudios, da clases, atiende catequesis, predica
misiones populares, dirige a seminaristas… Su preocupación por los niños que
vivían en las Cuevas de Guadix le lleva a fundar las Escuelas del Sagrado Corazón,
donde ofrece enseñanza gratuita, alimento y vestido a los más necesitados de
esta zona suburbial de la ciudad.
En 1906 es
nombrado canónigo de la Basílica de Covadonga (Asturias), donde permanece hasta
1913. Allí, estudia la situación educativa de la España de principios de siglo,
pensando qué respuesta puede dar desde el humanismo cristiano para la educación
de los niños y la formación de los educadores en el momento histórico que le
toca vivir. Así, en 1911 funda en Oviedo la primera Academia de la Institución
Teresiana. En 1913 regresa a Jaén, donde conocerá a Josefa Segovia, quien será
su fiel colaboradora y cofundadora de la Institución. En 1921 las Academias,
Centros de formación de educadores, cuyo campo principal de actuación será la
escuela pública, estaban en doce poblaciones de importancia. En 1917 la
Institución Teresiana obtiene la aprobación eclesiástica y civil en Jaén, y en
1924 la aprobación pontificia como Pía Unión.
El Padre Poveda se
traslada a Madrid en 1921, al ser nombrado Capellán de la Casa Real. Sigue
trabajando en la consolidación y expansión de la Institución Teresiana,
participa en la fundación de la FAE (Federación de Amigos de la Enseñanza), y
colabora con proyectos e instituciones a favor del profesorado católico. El 27
de julio de 1936 es detenido en su casa de Madrid. Muere mártir, como sacerdote
de Jesucristo, el 28 de julio de 1936.
¿Cuáles
son los rasgos personales del Padre Poveda?
Convencido de que
la fuerza del Evangelio puede transformar la realidad, se preocupa por la
formación de la persona humana y promueve la educación como medio de
transformación social. Su contacto con realidades de pobreza, hambre,
enfermedad, paro, e injusticia, en su infancia, le lleva a luchar contra ello y
a trabajar por la dignidad humana mediante la formación de las clases
populares; confía en la capacidad de la juventud para transformar el mundo;
reclama y promueve la presencia de la mujer en el campo de la educación, de la
ciencia, de la investigación. Le preocupa la actualización pedagógica del
profesorado, la asociación profesional de los maestros y su promoción social,
así como su compromiso con la realidad desde su ser creyente. Humanista y
pedagogo, educador de educadores, impulsor del laicado, maestro de oración,
hombre de paz, audaz y solidario con los más desfavorecidos, creyó que la
renovación de la educación, de la cultura y de las relaciones entre los hombres
eran posibles desde la fe.
Sacrificado y paciente,
manso y humilde, sencillo, afable y respetuoso, de fino sentido del humor y
gran fortaleza interior. Con una entrega entusiasta a Dios, gran devoción a la
Virgen, y filial amor a la Iglesia. Austero para sí y tolerante con todo
excepto con el pecado. El trabajo, la oración, el estudio, el amor entregado a
los demás, el hacer la voluntad de Dios, fueron constantes en su vida. Poveda
es ante todo sacerdote y apóstol de Jesucristo. Y la Eucaristía, el centro de
su existir. Testigo fiel, acaba dando la vida en testimonio de su fe. Su
grandeza se basa en la coherencia de su vida con el Evangelio, en la intuición
de los signos de su tiempo y en la radicalidad de su entrega a Dios, a los
hombres y al mundo que le tocó vivir.
Fue beatificado
por S.S. Juan Pablo II el 10 de octubre de 1993 y canonizado el 4 de mayo de
2003.
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