25 DE NOVIEMBRE – MIERCOLES
– 34ª – SEMANA
DEL T. O. – A –
Santa Catalina de Alejandría,
virgen y mártir
Lectura del libro del Apocalipsis
(15,1-4):
Yo, Juan, vi en el cielo otro signo, grande y maravilloso:
Siete ángeles que llevaban siete plagas, las últimas, pues con ellas se consuma
la ira de Dios.
Vi una especie de mar de vidrio
mezclado con fuego; los vencedores de la bestia, de su imagen y del número de
su nombre estaban de pie sobre el mar cristalino; tenían en la mano las cítaras
de Dios. Y cantan el cántico de Moisés, el siervo de Dios, y el cántico del
Cordero, diciendo:
«Grandes y admirables son tus obras,
Señor, Dios omnipotente; justos y verdaderos tus caminos, rey de los pueblos.
¿Quién no temerá y no dará gloria a tu nombre? Porque vendrán todas las
naciones y se postrarán ante ti, porque tú solo eres santo y tus justas
sentencias han quedado manifiestas».
Palabra de Dios
Salmo: 97,1.2-3ab.7-8.9
R/. Grandes y maravillosas son tus obras,
Señor, Dios omnipotente.
Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas.
Su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R/.
El Señor da a conocer su salvación,
revela a las naciones su justicia:
se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel. R/.
Retumbe el mar y cuanto contiene,
la tierra y cuantos la habitan;
aplaudan los ríos,
aclamen los montes. R/.
Al Señor, que llega
para regir la tierra.
Regirá el orbe con justicia
y los pueblos con rectitud. R/.
Lectura del santo evangelio según san
Lucas (21,12-19):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Os echarán mano, os perseguirán,
entregándoos a las sinagogas y a las cárceles, y haciéndoos comparecer ante
reyes y gobernadores, por causa de mi nombre. Esto os servirá de ocasión para
dar testimonio.
Por ello, meteos bien en la cabeza
que no tenéis que preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y
sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario
vuestro.
Y hasta vuestros padres, y parientes,
y hermanos, y amigos os entregarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os
odiarán a causa de mi nombre. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá;
con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas».
Palabra del Señor
1. Si algo hay claro, en
estas palabras de Jesús, es que sus discípulos no van a encontrar siempre buena
acogida ante los gobernantes políticos. Por tanto, cuando los que anuncian el
Evangelio encuentran buena acogida en quienes anejan el poder y el dinero, es
seguro que no anuncian el Evangelio, sino las cosas que, disfrazadas de
Evangelio, en realidad nada tienen que ver con Jesús.
El Evangelio es siempre conflictivo
para los hombres del poder, ya sea político, económico, tecnológico, etc.
2. El mejor disfraz del
Evangelio suele ser la "religión". Los hombres de la religión suelen
tener la fuerte inclinación a entenderse bien con los poderes públicos que
respetan, costean y promueven las instituciones religiosas y los actos de la
religión.
Los gobernantes que hacen eso
mantienen buenas relaciones con los dirigentes religiosos y, por supuesto,
jamás los persiguen.
Por otra parte, como a bastantes
sectores de la población le interesa más la religión que el Evangelio, los
gobernantes se dedican a promover la religión, por más que el Evangelio no se
tenga en cuenta para nada.
3. El hecho es que las
cosas se han puesto de tal manera que ya resulta complicado saber si lo que
buscan los religiosos y protegen los políticos es el Evangelio, es la religión
o son los intereses y conveniencias de todos.
- ¿No ha llegado la hora de poner las
cosas en claro?
Catalina de
Alejandría, Santa
virgen y mártir
Santa Catalina de Alejandría - (siglo IV)
Natural de
Alejandría, fue una mujer de noble cuna que estudió filosofía. Se convirtió al
cristianismo inspirada por el sueño de un ermitaño. Después, convirtió a la
esposa del emperador Magencio, a un oficial y a doscientos soldados. En
venganza, el emperador reunió a cincuenta eruditos paganos y la retó a un
debate religioso.
Después de una larga y acalorada discusión, las palabras de Catalina
indujeron a los cincuenta eruditos a convertirse. Magencio ordenó que la ataran
a un potro, que la despedazó enseguida. Después fue decapitada.
Es patrona de la elocuencia, los filósofos, los predicadores, las solteras,
las hilanderas y los estudiantes.
BIOGRAFIA
Alejandría fue fundada por Alejandro Magno, que no quería pasar sólo a la
historia como guerrero, sino también como mecenas de los sabios. Alejandría
será conocida en el mundo de las letras por su famosa universidad, por su
célebre escuela y por su biblioteca de unos 700.000 volúmenes. Una de las siete
maravillas del mundo estaba también aquí, el faro de Alejandría. Hubo otros
faros luminosos, como Plotino, Filón, Porfirio, Orígenes, Tertuliano, Atanasio,
Cirilo.
Alejandría era una
algarabía de pueblos y razas, de sectas y sistemas filosóficos. «Griegos y
judíos, dice la condesa de Pardo Bazán, andaban a la greña continuamente. Con
el advenimiento de los cristianos se complicó el asunto. La confusión de sectas
y teologías se hizo formidable».
La colonia judía era muy importante. Sus Libros Sagrados eran muy
apreciados. Fue aquí en Alejandría donde Tolomeo II mandó que setenta
intérpretes tradujeran del hebreo al griego el Antiguo Testamento.
La religión cristiana también empezó a tener mucha influencia. Según una
antigua tradición, la Iglesia de Alejandría fue fundada por el evangelista San
Marcos. Tuvo luego la mejor escuela catequética de su tiempo, el Didascaleo,
donde enseñaron grandes maestros: Tertuliano, Orígenes, Lactancio, San Clemente
Alejandrino y San Dionisio de Alejandría.
Aquí nació nuestra Santa, faro más luminoso que el faro de Alejandría y que
todos los sabios. La leyenda áurea la presenta con grandes elogios. El nombre
de Catalina -la pura, la blanca- respondería a una linda princesa, hija del rey
siciliano Costo, nacida en Alejandría a fines del siglo III.
Posee Catalina una personalidad radiante y popular por cuádruple motivo:
como hermosa, como sabia, como virgen y como mártir. «Catalina, escribe la
Pardo Bazán, no fue sólo una filósofa. Su alma es una historia de amor. Grandes
artistas, como Van Dyck, Memling, Leonardo y el Veronés, plasmaron en sus
lienzos los Desposorios de la virgen alejandrina con Jesucristo».
Catalina tenía pasión por la verdad. A los dieciocho años descuella por sus
conocimientos filosóficos. Es docta y elocuente, bella y con muchos
pretendientes, apasionada y enamorada de la belleza.
Había recorrido todas las escuelas. Su favorito era Platón. Discute,
analiza, rechaza. La cautiva sobre todo la enseñanza del obispo Pedro el
Patriarca. Aquella moral tan pura, aquel Maestro tan sublime, el Sermón de la
montaña, aquella Virgen Madre, de tan divina grandeza. Así, por la belleza
tangible llegó Catalina a la Belleza increada: Dios.
Un providencial encuentro con el ermitaño Trifón allanó las dificultades.
Catalina creyó y se bautizó. Y se dice que Cristo aquella misma noche celebró
con ella los místicos Desposorios. Ya es filósofa cristiana.
La intrépida virgen Catalina se presenta audazmente ante el sanguinario
Maximino Daia para recriminarle su conducta con los cristianos. Maximino se
siente deslumbrado por su elocuencia. Concierta una disputa pública. Se
enfrenta Catalina a cincuenta renombrados doctores. Con versos de Homero, con
citas de Platón, con textos de los profetas, unidos a su gracia y elocuencia,
no sólo deshace los argumentos de sus adversarios, sino que les convierte a
casi todos, y sellan su fe con el martirio.
A Catalina le aplican la rueda con cuchillos. Pero se rompe en vez de
lastimarla. Finalmente le llega la muerte por la espada. La desposada se iba al
cielo a celebrar las bodas con su celestial Esposo. El martirologio romano dice
que los ángeles trasladaron los virginales restos al Sinaí.
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