lunes, 23 de noviembre de 2020

Párate un momento: El Evangelio del dia 25 DE NOVIEMBRE – MIERCOLES – 34ª – SEMANA DEL T. O. – A – Santa Catalina de Alejandría, virgen y mártir

 


25 DE NOVIEMBRE – MIERCOLES

 – 34ª – SEMANA DEL T. O. – A –

Santa Catalina de Alejandría,

virgen y mártir

 

Lectura del libro del Apocalipsis (15,1-4):

Yo, Juan, vi en el cielo otro signo, grande y maravilloso: Siete ángeles que llevaban siete plagas, las últimas, pues con ellas se consuma la ira de Dios.

Vi una especie de mar de vidrio mezclado con fuego; los vencedores de la bestia, de su imagen y del número de su nombre estaban de pie sobre el mar cristalino; tenían en la mano las cítaras de Dios. Y cantan el cántico de Moisés, el siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo:

«Grandes y admirables son tus obras, Señor, Dios omnipotente; justos y verdaderos tus caminos, rey de los pueblos. ¿Quién no temerá y no dará gloria a tu nombre? Porque vendrán todas las naciones y se postrarán ante ti, porque tú solo eres santo y tus justas sentencias han quedado manifiestas».

 

Palabra de Dios

 

Salmo: 97,1.2-3ab.7-8.9

R/. Grandes y maravillosas son tus obras, Señor, Dios omnipotente.

      Cantad al Señor un cántico nuevo,

porque ha hecho maravillas.

Su diestra le ha dado la victoria,

su santo brazo. R/.

 El Señor da a conocer su salvación,

revela a las naciones su justicia:

se acordó de su misericordia y su fidelidad

en favor de la casa de Israel. R/.

Retumbe el mar y cuanto contiene,

la tierra y cuantos la habitan;

aplaudan los ríos,

aclamen los montes. R/.

Al Señor, que llega

para regir la tierra.

Regirá el orbe con justicia

y los pueblos con rectitud. R/.

 

Lectura del santo evangelio según san Lucas (21,12-19):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a las cárceles, y haciéndoos comparecer ante reyes y gobernadores, por causa de mi nombre. Esto os servirá de ocasión para dar testimonio.

Por ello, meteos bien en la cabeza que no tenéis que preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro.

Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os entregarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán a causa de mi nombre. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas».

 

Palabra del Señor

 

1.  Si algo hay claro, en estas palabras de Jesús, es que sus discípulos no van a encontrar siempre buena acogida ante los gobernantes políticos. Por tanto, cuando los que anuncian el Evangelio encuentran buena acogida en quienes anejan el poder y el dinero, es seguro que no anuncian el Evangelio, sino las cosas que, disfrazadas de Evangelio, en realidad nada tienen que ver con Jesús.

El Evangelio es siempre conflictivo para los hombres del poder, ya sea político, económico, tecnológico, etc.

 

2.  El mejor disfraz del Evangelio suele ser la "religión". Los hombres de la religión suelen tener la fuerte inclinación a entenderse bien con los poderes públicos que respetan, costean y promueven las instituciones religiosas y los actos de la religión.

Los gobernantes que hacen eso mantienen buenas relaciones con los dirigentes religiosos y, por supuesto, jamás los persiguen.

Por otra parte, como a bastantes sectores de la población le interesa más la religión que el Evangelio, los gobernantes se dedican a promover la religión, por más que el Evangelio no se tenga en cuenta para nada.

 

3.  El hecho es que las cosas se han puesto de tal manera que ya resulta complicado saber si lo que buscan los religiosos y protegen los políticos es el Evangelio, es la religión o son los intereses y conveniencias de todos. 

- ¿No ha llegado la hora de poner las cosas en claro?

 

Catalina de Alejandría, Santa

virgen y mártir

 

Santa Catalina de Alejandría - (siglo IV)

 

 Natural de Alejandría, fue una mujer de noble cuna que estudió filosofía. Se convirtió al cristianismo inspirada por el sueño de un ermitaño. Después, convirtió a la esposa del emperador Magencio, a un oficial y a doscientos soldados. En venganza, el emperador reunió a cincuenta eruditos paganos y la retó a un debate religioso.

Después de una larga y acalorada discusión, las palabras de Catalina indujeron a los cincuenta eruditos a convertirse. Magencio ordenó que la ataran a un potro, que la despedazó enseguida. Después fue decapitada.

Es patrona de la elocuencia, los filósofos, los predicadores, las solteras, las hilanderas y los estudiantes.

 

 

BIOGRAFIA

Alejandría fue fundada por Alejandro Magno, que no quería pasar sólo a la historia como guerrero, sino también como mecenas de los sabios. Alejandría será conocida en el mundo de las letras por su famosa universidad, por su célebre escuela y por su biblioteca de unos 700.000 volúmenes. Una de las siete maravillas del mundo estaba también aquí, el faro de Alejandría. Hubo otros faros luminosos, como Plotino, Filón, Porfirio, Orígenes, Tertuliano, Atanasio, Cirilo.

 

Alejandría era una algarabía de pueblos y razas, de sectas y sistemas filosóficos. «Griegos y judíos, dice la condesa de Pardo Bazán, andaban a la greña continuamente. Con el advenimiento de los cristianos se complicó el asunto. La confusión de sectas y teologías se hizo formidable».

La colonia judía era muy importante. Sus Libros Sagrados eran muy apreciados. Fue aquí en Alejandría donde Tolomeo II mandó que setenta intérpretes tradujeran del hebreo al griego el Antiguo Testamento.

La religión cristiana también empezó a tener mucha influencia. Según una antigua tradición, la Iglesia de Alejandría fue fundada por el evangelista San Marcos. Tuvo luego la mejor escuela catequética de su tiempo, el Didascaleo, donde enseñaron grandes maestros: Tertuliano, Orígenes, Lactancio, San Clemente Alejandrino y San Dionisio de Alejandría.

Aquí nació nuestra Santa, faro más luminoso que el faro de Alejandría y que todos los sabios. La leyenda áurea la presenta con grandes elogios. El nombre de Catalina -la pura, la blanca- respondería a una linda princesa, hija del rey siciliano Costo, nacida en Alejandría a fines del siglo III.

Posee Catalina una personalidad radiante y popular por cuádruple motivo: como hermosa, como sabia, como virgen y como mártir. «Catalina, escribe la Pardo Bazán, no fue sólo una filósofa. Su alma es una historia de amor. Grandes artistas, como Van Dyck, Memling, Leonardo y el Veronés, plasmaron en sus lienzos los Desposorios de la virgen alejandrina con Jesucristo».

Catalina tenía pasión por la verdad. A los dieciocho años descuella por sus conocimientos filosóficos. Es docta y elocuente, bella y con muchos pretendientes, apasionada y enamorada de la belleza.

Había recorrido todas las escuelas. Su favorito era Platón. Discute, analiza, rechaza. La cautiva sobre todo la enseñanza del obispo Pedro el Patriarca. Aquella moral tan pura, aquel Maestro tan sublime, el Sermón de la montaña, aquella Virgen Madre, de tan divina grandeza. Así, por la belleza tangible llegó Catalina a la Belleza increada: Dios.

Un providencial encuentro con el ermitaño Trifón allanó las dificultades. Catalina creyó y se bautizó. Y se dice que Cristo aquella misma noche celebró con ella los místicos Desposorios. Ya es filósofa cristiana.

La intrépida virgen Catalina se presenta audazmente ante el sanguinario Maximino Daia para recriminarle su conducta con los cristianos. Maximino se siente deslumbrado por su elocuencia. Concierta una disputa pública. Se enfrenta Catalina a cincuenta renombrados doctores. Con versos de Homero, con citas de Platón, con textos de los profetas, unidos a su gracia y elocuencia, no sólo deshace los argumentos de sus adversarios, sino que les convierte a casi todos, y sellan su fe con el martirio.

A Catalina le aplican la rueda con cuchillos. Pero se rompe en vez de lastimarla. Finalmente le llega la muerte por la espada. La desposada se iba al cielo a celebrar las bodas con su celestial Esposo. El martirologio romano dice que los ángeles trasladaron los virginales restos al Sinaí.

 

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