sábado, 20 de febrero de 2021

Párate un momento. El Evangelio del dia 22 DE FEBRERO - LUNES – La Cátedra del apóstol san Pedro

  


22 DE FEBRERO - LUNES –

La Cátedra del apóstol san Pedro

 

Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro (5,1-4):

 

A los presbíteros en esa comunidad, yo, presbítero como ellos, testigo de los sufrimientos de Cristo y partícipe de la gloria que va a manifestarse, os exhorto: Sed pastores del rebaño de Dios que tenéis a vuestro cargo, gobernándolo no a la fuerza, sino de buena gana, como Dios quiere; no por sórdida ganancia, sino con generosidad; no como déspotas sobre la heredad de Dios, sino convirtiéndoos en modelos del rebaño. Y cuando aparezca el supremo Pastor, recibiréis la corona de gloria que no se marchita.

 

Palabra de Dios

 

Salmo: 22,1-3.4.5.6

 

R/. El Señor es mi pastor, nada me falta

 

El Señor es mi pastor, nada me falta:

en verdes praderas me hace recostar;

me conduce hacia fuentes tranquilas

y repara, mis fuerzas;

me guía por el sendero justo,

por el honor de su nombre. R/.

 

Aunque camine por cañadas oscuras,

nada temo, porque tú vas conmigo:

tu vara y tu cayado me sosiegan. R/.

 

Preparas una mesa ante mí,

enfrente de mis enemigos;

me unges la cabeza con perfume,

y mi copa rebosa. R/.

 

Tu bondad y tu misericordia

me acompañan todos los días de mi vida,

y habitaré en la casa del Señor

por años sin término. R/.

 

Lectura del santo evangelio según san Mateo (16,13-19):

 

En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos:

«¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?»

Ellos contestaron:

«Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas.»

Él les preguntó:

«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?»

Simón Pedro tomó la palabra y dijo:

«Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.»

Jesús le respondió:

«Dichoso tú, Simón, ¡hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo.

Ahora te digo yo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo.»

 

Palabra del Señor

 

1.  Este episodio, en la redacción que nos dejó el evangelio de Mateo, se comenta en la festividad de san Pedro y san Pablo. Por eso, será más útil reflexionar sobre la importancia del papado en la Iglesia. Y sobre las dificultades que entraña en la actualidad.

Es evidente que una institución de ámbito mundial necesita, entre tantas otras cosas, un sistema organizativo que asegure su estabilidad y su unidad. Esa es la finalidad del papado, que preside el obispo de Roma. Por eso es tan importante mantener y fomentar la unidad de todas las comunidades cristianas del mundo con el Papa. Así se asegura la unidad y estabilidad de la Iglesia.

 

2.  El problema, que el papado plantea, está en que se trata de mantener la unidad en un mundo tan plural. Y entonces nos encontramos con la dificultad de unir, en la obediencia a un solo hombre, a tantos millones de seres humanos, procedentes de culturas, países, que muchas veces están enfrentados entre sí por motivos políticos, ideológicos, económicos, culturales y tantos otros problemas que la vida plantea a diario.

Durante los diez primeros siglos de la Iglesia, las comunidades locales tenían más autonomía y más poderes. A partir del s. XI, desde el papa Gregorio VII, casi todos los poderes quedaron concentrados en el obispo de Roma y su Curia en el Estado de la Ciudad del Vaticano.

Esto ha resuelto no pocos problemas. Pero ha planteado otros. Actualmente es mucho más difícil mantener la unidad en la Iglesia. Como es más difícil ejercer el cargo de obispo de Roma y Papa universal.

 

3.  Por eso, el papad actual:

1) Debe ser vínculo de unidad. Pero, dada la multitud de culturas en el mundo, no debe confundir la "unidad" con la "uniformidad".

2) El Papa no debe ser un jefe de Estado. Su misión no es política, sino religiosa.

3) El Papa no debe ser un monarca absoluto o gobernar con una potestad suprema y única. Porque eso no está dicho en ninguna parte en el Evangelio. Y porque eso hace imposible que la Iglesia, no solo predique, sino sobre todo que ponga en práctica los derechos humanos.  

4) El Papa debe gobernar la Iglesia conjuntamente con el Colegio Episcopal, que, según el concilio Vaticano II (LG 22) es también sujeto de suprema potestad

en la Iglesia. Esto solo se podría lograr sustituyendo la Curia Vaticana por un Consejo representativo de las Conferencias Episcopales.

 

La Cátedra del apóstol san Pedro

 


Hoy se celebra la festividad de la Cátedra de San Pedro, una ocasión solemne que se remonta al cuarto siglo y con la que se rinde homenaje y se celebra el primado y la autoridad de San Pedro.

 

La palabra "cátedra" significa asiento o trono y es la raíz de la palabra catedral, la iglesia donde un obispo tiene el trono desde el que predica. Sinónimo de cátedra es también "sede" (asiento o sitial): la "sede" es el lugar desde donde un obispo gobierna su diócesis. Por ejemplo, la Santa Sede es la sede del obispo de Roma, el Papa.

Hace no muchos años, antes de rezar el Ángelus en este día, el Papa Juan Pablo II recordó que "la festividad litúrgica de la Cátedra de San Pedro subraya el singular ministerio que el Señor confió al jefe de los apóstoles, de confirmar y guiar a la Iglesia en la unidad de la fe. En esto consiste el ´ministerium petrinum´, ese servicio peculiar que el obispo de Roma está llamado a rendir a todo el pueblo cristiano. Misión indispensable, que no se basa en prerrogativas humanas, sino en Cristo mismo como piedra angular de la comunidad eclesial". "Recemos -dijo- para que la Iglesia, en la variedad de culturas, lenguas y tradiciones, sea unánime en creer y profesar las verdades de fe y de moral transmitidas por los apóstoles".

La cátedra es en realidad el trono que Carlos el Calvo regaló al papa Juan VIII y en el que fue coronado emperador el día de Navidad del año 875. Carlos el Calvo era nieto de Carlomagno. Durante muchos años la silla fue utilizada por el papa y sus sucesores durante las ceremonias litúrgicas, hasta que fue incorporada al Altar de la Cátedra de Bernini en 1666.

Tradiciones, leyendas y creencias afirmaron durante muchos años que la silla era doble y que algunas partes se remontaban a los primeros días de la era cristiana e incluso que la utilizó San Pedro en persona. La silla ha sido objeto de numerosos estudios a lo largo de los siglos y la última vez que fue extraída del nicho que ocupa en el altar de Bernini fue durante un período de seis años, entre 1968 y 1974. Los análisis efectuados en aquella ocasión apuntaban a que se trataba de una sola silla cuyas partes más antiguas eran del siglo VI. Lo que se había tomado por una segunda silla era en realidad una cubierta que servía tanto para proteger el trono como para llevarlo en procesión.

Todos los años en esta fecha, el altar monumental que acoge la Cátedra de San Pedro permanece iluminado todo el día con docenas de velas y se celebran numerosas misas desde la mañana hasta el atardecer, concluyendo con la misa del Capítulo de San Pedro.

 

Fuente: VIS - Servicio Informativo Vaticano

 

 

 

 

 

 

 

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