viernes, 15 de mayo de 2015

Párate un momento: Evangelio del día 15 DE MAYO -VIERNES - 6ª SEMANA DE PASCUA





15 DE MAYO
-VIERNES - 6ª SEMANA DE PASCUA

Jn 16,20-23 a

       En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “Vosotros estaréis tristes. pero vuestra tristeza se convertirá en alegría. La mujer, cuando va a dar a luz, siente tristeza, porque ha llegado su hora, pero en cuanto da a luz al niño, ni se acuerda del apuro, por la alegría de que al mundo le ha nacido un hombre. También vosotros ahora sentís tristeza; pero volveré a veros y se alegrará vuestro corazón y nadie os quitará vuestra alegría’".

1.        Jesús insiste en que se aproxima un cambio decisivo, que marcará un antes y un después. La comparación con la mujer que va a dar a luz así lo indica. El parto es un hecho definitivo: una vida nueva está en el mundo a partir del momento en que la mujer da a luz. Pero a la alegría de la vida nueva precede la tristeza que acompaña a los dolores del parto.

2.        Las palabras de Jesús, tal como las presenta el IV Evangelio, son una profecía, que anuncia lo que va a suceder con el paso de la muerte a la vida en la Resurrección. Pero Jesús hace algo más que anunciar el futuro. Lo que, de inmediato, preocupa a Jesús es el estado de ánimo en que ve sumidos a sus amigos. Les invade la tristeza, el miedo, la oscuridad de un futuro que no saben en qué puede parar. Les preocupa el futuro de Jesús. Pero, como es lógico, les preocupa también su propio futuro.


3.      Y ahí es donde se pone en evidencia la humanidad de Jesús. Él no soporta verlos tristes, hundidos, desalentados. Jesús aquí, una vez más. se muestra como el Hijo del Padre, imagen del Padre en el mundo. Pero, además de eso y precisamente por eso, se muestra también como el ser humano más sensible al sufrimiento y a la alegría. No quiere ver a los amigos hundidos. De ahí que su última palabra es “alegría".

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