18
DE JULIO – SÁBADO -
15ª
SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
Mt
12, 14-21
En aquel tiempo, los
fariseos, al salir, planearon el modo de acabar con Jesús. Pero
Jesús se enteró, se marchó de allí y muchos le siguieron. Él
los curó a todos, mandándoles que no lo descubrieran. Así se
cumplió lo que dijo el profeta Isaías: “Mirad a mi siervo, mi
elegido, mi predilecto. Sobre él he puesto mi espiritu, para que
anuncie el derecho a las naciones. No porfiará, no gritará, no
voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, el pábilo
vacilante no lo apagará, hasta implantar el derecho; en su nombre
esperarán las naciones".
1. Los
fariseos que presenta aquí el evangelio son consecuentes con su
religión: si Jesús quebranta la ley religiosa, hay que matarlo. Al
tomar semejante decisión, no hacían sino ser consecuentes, hasta el
final, con sus creencias. He aquí el peligro que entrañan, a
veces, las religiones. Y si no llegan a matar, es frecuente que
lleguen a humillar y someter a las personas hasta el extremo de
hacerles la vida insoportable.
2. El
contraste con la religión de los fariseos es la vida de Jesús, que
es la otra forma de entender y vivir la religión. Para explicar lo
que fue y cómo fue la vida de Jesús, Mateo echa mano de una cita
del profeta Isaías (42,
1-4).
La cita es tan extensa porque Mateo vio en ella un excelente resumen
de lo que fue la vida de Jesús, la religión de Jesús, que describe
el contraste más fuerte con la religión de los fariseos.
3. Según
Is 42, 1-4, Jesús es, no el “siervo", sino el “hijo
pequeño” del Padre. La misión que el Padre le encomendó fue
“anunciar el derecho a las naciones” del mundo. El problema está
en la palabra “derecho”. El texto griego utiliza el término
"krísis", que no significa “derecho”, sino “juicio”.
Pero, en Is 42, 1-4, el profeta se refiere efectivamente al juicio
divino, pero no un juicio de desgracia, sino de salvación. Por
tanto, este evangelio dice que Jesús vino a traer, no ya el derecho,
sino la realización del derecho, que es salvación, para todos, no
solo para los elegidos, sino para todas las naciones. Y eso lo hizo,
no a base de imponerse y dominar, sino todo lo contrario, a fuerza de
callar, de no enfrentarse a nadie, de aprovechar todo lo
aprovechable. Es la bondad y la humanidad sin fisuras. Así es la
vida y la religión de Jesús.
No hay comentarios:
Publicar un comentario