miércoles, 15 de julio de 2015

Párate un momento: Evangelio del día 17 DE JULIO - VIERNES - 15ª SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO









17 DE JULIO - VIERNES -
15ª SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

Mt 12, 1-8

Un sábado de aquellos, Jesús atravesaba un sembrado; los discípulos, que tenían hambre, empezaron a arrancar espigas y comérselas. Los fariseos, al verlo, le dijeron: “Mira, tus discípulos están haciendo una cosa que no está permitida en sábado”. Les replicó: "¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y sus hombres sintieron hambre? Entró en la casa de Dios y comieron de los panes presentados, cosa que no les estaba permitida ni a él ni a sus compañeros, sino solo a los sacerdotes. ¿Y no habéis leído en la ley que los sacerdotes pueden violar el sábado en el templo sin incurrir en culpa? Pues os digo que aquí hay uno que es más que el templo. Si comprendierais lo que significa “quiero misericordia y no sacrificios", no condenaríais a los que no tienen culpa, porque el Hijo del Hombre es señor del sábado.

1. Uno de los peligros más serios, que llevan consigo las religiones, está en que establecen preceptos, que afectan a cosas importantes en la vida de las personas, y convencen a sus fieles que la observancia de esos preceptos es más importante que la felicidad, la dignidad o incluso la vida misma de los seres humanos. Cuando las religiones hacen eso, lo que en realidad hacen es dar más importancia a la religión que a la vida del ser humano. Con lo cual se llega a la absurda situación de que se anteponen los medios al fin. La religión es un medio para un fin, que es la plenitud de vida del ser humano. Una religión que no funciona así, no puede ser la religión que representa al Dios de la vida.

2. Así era la religión de los fariseos que interpelaron a Jesús y le exigieron que reprendiera a sus discípulos por arrancar espigas en sábado para quitarse el hambre. La religión de los fariseos anteponía la observancia del sábado (el medio) a la necesidad de saciar el hambre y poder vivir (el fin). Es algo que ocurre constantemente en la vida de las gentes que se someten a la religión. Por eso hay cada día más gente que no quiere saber nada de la religión, ni de los dirigentes de la religión, ni del Dios al que la religión y sus dirigentes representan.


3. La respuesta de Jesús viene a decir que las exigencias de la vida, y de una vida que no pasa faltas y se siente feliz, está antes que la religión y sus observancias. Porque, de no ser así, tendríamos que llegar a la horrible conclusión de que Dios quiere sumisión sin condiciones, aun a costa de sufrimiento de las personas. ¿Quién puede creer en semejante Dios?

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