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DE AGOSTO - SÁBADO -
17ª
SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
Mt 14, 1-12
En aquel tiempo, oyó el virrey Herodes lo que se
contaba de Jesús y dijo a sus ayudantes: “Es Juan Bautista, que ha
resucitado de entre los muertos, y por eso los poderes actúan en
él”. Es que Herodes había mandado prender a Juan y lo había
metido en la cárcel encadenado, por motivo de Herodías, mujer de su
hermano Felipe: porque Juan le decía que no le estaba permitido
vivir con ella. Quería mandarlo matar, pero tuvo miedo de la
gente, que lo tenía por profeta. El día del cumpleaños de
Herodes, la hija de Herodías danzó delante de todos y le gustó
tanto a Herodes,
que juró darle lo que pidiera. Ella, instigada por su madre, le
dijo: “Dame ahora mismo en una bandeja la cabeza de Juan Bautista”.
El rey lo sintió, pero por el juramento y los invitados, ordenó que
se la dieran; y mandó decapitar a Juan en la cárcel. Trajeron la
cabeza en una bandeja, se la entregaron a la joven, y ella se la
llevó a su madre. Sus discípulos recogieron el cadáver, lo
enterraron, y fueron a contárselo a Jesús".
1. El relato
de la muerte violenta de Juan Bautista es un paradigma de lo que
estamos viendo y sufriendo a diario. Aquí quedan patentes las
cualidades patéticas del “poder político-religioso", ya
que lo político y lo
religioso se
apoyan mutuamente y van siempre unidos. Ese poder está asociado a:
1) La muerte asesina; 2) La corrupción moral; 3) El miedo. Un
individuo corrupto, que puede matar a quien le conviene y que toma
sus decisiones por intereses pasionales o por miedos irracionales, es
el mayor peligro que puede amenazar a un pueblo, a una nación, a
todos y cada uno de los ciudadanos.
2. Frente
a tanta desvergüenza y a semejante violencia, la figura ilustre de
Juan Bautista, que: 1) No se calla ante la corrupción del poder; 2)
paga con su vida la libertad del que denuncia el despotismo. No hay
que esforzarse demasiado para darse cuenta de que Juan Bautista es
también paradigma de los miles y millones de criaturas inocentes que
sufren las
consecuencias
del despotismo del poder.
3. Los
abusos del poder ocurrían antiguamente y siguen ocurriendo en
nuestros días. En la antigüedad, el poder corrupto y criminal
estaba concentrado en el soberano de cada país, que ejercía su
despotismo sobre sus propios súbditos. En la actualidad, debido a
la economía global, comercio global, al poder de veto que las
grandes potencias tienen sobre la ONU, y al poder que ejercen los
organismos internacionales (Banco Mundial, Fondo Monetario
Internacional, Organización Internacional de Comercio, etc),
controlados por los grandes de la política y del capital, el poder corrupto de la muerte y el miedo dirigen y gestionan un mundo en el
que cada día mueren de hambre y miseria casi cien mil personas. Y
sabemos que este poder sigue matando a los profetas que denuncian.
Según el Informe 2007 de Amnistía Internacional, en 2006, al menos
1.544 personas fueron ejecutadas en 25 países distintos. El
martirio de Juan Bautista sigue presente ante nosotros. Y lo peor de
todo es que el genocidio sigue adelante porque quienes vivimos bien
nos callamos, nos cruzamos de brazos, y pensamos que nada se puede
hacer. Lo cual es mentir.
Podemos
gritar y protestar. Podemos ser más honrados. Y debemos ser
siempre buenas personas.
Totalmente d acuerdo 👍
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