lunes, 27 de julio de 2015

Párate un momento: Lectura del Evangelio del día 28 DE JULIO - MARTES - 17ª SEMANA DEL TEMPO ORDINARIO

 




28 DE JULIO - MARTES -
17ª SEMANA DEL TEMPO ORDINARIO

Mt 13,36-43

En aquel tiempo, Jesús dejó a la gente y se fue a casa. Los discípulos se le acercaron a decirle; “Acláranos la parábola de la cizaña en el campos". Él les contestó: “El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre, el campo es el mundo, la buena semilla son los ciudadanos del Reino, la cizaña son los partidarios del Maligno; el enemigo que la siembra es el diablo; la cosecha es el fin del tiempo: el Hijo del Hombre enviará a sus ángeles, y arrancarán de su Reino a todos los corruptores y malvados y los arrojarán al horno encendido; allí será el llanto y el rechinar de dientes. Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga”.

1. La parábola de la cizaña afirma: 1) Que, en este mundo y por todas partes, la buena hierba está siempre mezclada con la mala hierba; 2) Que “los obreros del Señor” (Mt 13, 27 s) quieren enseguida arrancar la mala hierba; 3) Que Jesús no quiere que se haga eso porque nadie está capacitado para distinguir la mala hierba de la buena y puede suceder que, pensando que se arranca la cizaña, lo que en realidad se hace es arrancar la buena semilla; 4) Que por eso hay que dejar las cosas de forma que solo cuando llegue la cosecha, o sea, “el fin del tiempo", entonces será el momento de que “los ángeles” harán la debida separación y darán a cada cual su merecido.

2. Hay demasiada gente que, no solo se siente capacitada, sino que además está empeñada en arrancar cuanto antes lo que ellos piensan que
es la mala hierba. Son los intolerantes, los que no soportan al que hace o dice lo que ellos creen que no se debe hacer ni decir. Por eso no respetan el pluralismo, ni la diversidad. Exigen que todo el mundo les respete a
ellos, pero ellos se consideran con derecho a no respetar al disidente, al diferente o sencillamente al otro.

3. En la sociedad civil existen los tres poderes (legislativo, judicial y ejecutivo) que tienen el deber de velar por el respeto de los derechos de los ciudadanos. Esto pertenece al poder civil. Pero lo que Jesús no quiere es que los “obreros del Reino de Dios” se dediquen a decidir ellos y a castigar a quienes no hacen las cosas como los hombres de la religión piensan que se tienen que hacer. La religión no tiene ni autoridad ni competencia para decidir lo que es cizaña en la sociedad, y menos aún tiene competencias para arrancar esa presunta cizaña.



No hay comentarios:

Publicar un comentario