martes, 21 de julio de 2015

Párate un momento: Evangelio del día 23 DE JULIO – JUEVES - 16ª SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO







23 DE JULIO – JUEVES -
16ª SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

Mt 13,10-17

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los discípulos y le preguntan "¿Por qué les hablas en parábolas?”. Él les contestó: “A vosotros se ha concedido conocer los secretos del Reino de los Cielos y a ellos no. Porque al que tiene se le dará y tendrá de sobra, y al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Por eso les hablo en parábolas, porque miran sin ver y escuchan sin oír ni entender. Así se cumplirá en ellos la profecía de Isaías: “Oiréis con los oídos sin entender, miraréis con los ojos sin ver; porque está embotado el corazón de este pueblo, son duros de oído, han cerrado los ojos; para no ver con los ojos, ni oír con los oídos, ni entender con el corazón, ni convertirse para que yo los cure". Dichosos vuestros ojos porque ven y vuestros oídos porque oyen. Os aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis vosotros y no lo vieron, y oír lo que oís y no lo oyeron”.

1. Este evangelio necesita una aclaración. La explicación que Jesús da a los discípulos, diciendo por qué habla a la gente en parábolas, fue redactada bastantes años después de la muerte de Jesús. Y reproduce lo que dijo Jesús, pero interpretado de acuerdo con la situación en que vivía la comunidad cristiana para la que Mateo escribió su evangelio. Aquella comunidad estaba convencida de que el rechazo de Cristo no fue solo responsabilidad de los sumos sacerdotes, sino de todo Israel, y eso es lo que Mateo recoge y refleja en la respuesta que pone en labios de Jesús.

2. Por eso, en este texto, quedan muy bien los discípulos, en los que se veía retratada la comunidad para la que se escribió el evangelio, y queda fatal la gente, la masa de los que oían a Jesús, en los que los cristianos (de finales del s.I) veían a todo Israel, como responsable del rechazo y de la muerte de Jesús. Esto es lo que viene a decir la interpretación más aceptable de los especialistas más competentes en el evangelio de Mateo.

3. Lo que sin duda Jesús quiso decir es que las parábolas tienen, al mismo tiempo, un sentido “revelador” y “encubridor”: revelan lo que dice Jesús a quienes sintonizan con él; pero al mismo tiempo encubren el Evangelio a quienes están enfrentados con él. Y es que la parábola es un género literario que se entiende, no cuando se interpreta, sino cuando se vive (Paul Ricoeur). Entonces ocurre lo que se ha dicho con tanta clarividencia: “Si practicáis las parábolas, vosotros mismos os convertiréis en parábola, y así os veréis libres de la fatiga diaria” (Franz Kafka).




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