18 DE JUNIO - SÁBADO
11ª – Semana del T.-O.-C
SAN CIRIACO Y SANTA PAULA
Evangelio
según san Mateo 6,24-34
En aquel tiempo, dijo Jesús a
sus discípulos:
“Nadie puede estar al servicio de dos amos.
Porque despreciará a uno y querrá al otro; o, al contrario, se
dedicará al primero y no hará caso del segundo.
No podéis servir a Dios y al dinero.
Por eso os digo: No estéis agobiados por la vida pensando qué
vais a comer, ni por el cuerpo pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, el cuerpo
que el vestido?
Mirad a los pájaros: ni siembran, ni siegan, ni almacenan y,
sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta.
¿No valéis vosotros más que ellos? ¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al
tiempo de su vida?
¿Por qué os agobiáis por el vestido? Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan, ni hilan. Y os digo que ni Salomón, en todo su fasto,
estaba vestido como uno de ellos.
Pues si a la hierba que hoy está en el campo y mañana se quema
en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca
fe?
No nadéis agobiados, pensando qué vais a comer, o qué vais a
beber, o con qué os vais a vestir.
Los paganos se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre
del Cielo que tenéis necesidad de todo eso.
Sobre todo buscad el Reino de Dios y su justicia, lo demás se
os dará por añadidura. Por tanto,
no os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le bastan sus disgustos”.
1. Jesús
afirma de forma tajante: “No podéis vivir como esclavos de dos amos”.
Esto es claro porque el texto establece
la relación entre el “amo” (kyrios) y el “esclavo”
(doúlos) (Mt
6, 24 a).
Y afirma sin titubeos que no es posible
que un mismo esclavo esté al servicio de dos amos. Sabemos lo que era la condición de los esclavos en el Imperio
romano. Y también en el judaísmo de aquel tiempo existía la esclavitud.
Era más mitigada que en otros pueblos.
Por ejemplo, era obligatoria solo durante seis años (Ex 21, 2; Deut 15, 12; cf.
Jn 8, 35) (J. Jeremias). Y el trato que
se daba a los esclavos judíos debía ser humanitario (cf. Mt 10, 24-25; Jn 13,
16; 15, 20).
2. En
todo caso, el esclavo se compraba en el mercado y era propiedad del amo.
De ahí la fuerza de la frase de Jesús:
“No podéis ser esclavos (deouleúein) de Dios y del
dinero”.
El texto no se refiere a que la relación
con Dios pueda ser una relación de esclavitud, ya que el Dios de Jesús es
siempre “Padre”.
La fuerza de esta sentencia evangélica
está en que quien centra su vida en el dinero, lo que hace es constituir al dinero
en amo, al tiempo que él mismo se vende como esclavo a semejante dueño.
Así, el codicioso, creyendo que es libre,
en realidad es un esclavo. Y vive a
merced de lo que mande el mercado y sus turbias maniobras.
Por eso se comprende que la gran
preocupación de Jesús, por las buenas relaciones humanas, tenía que ser una intensa
preocupación por el uso y el abuso del dinero. Y es que el dinero termina endemoniando
a los humanos en sus relaciones.
3. Jesús
añade que el desinterés por el dinero debe interpretarse como una liberación
del “agobio”, pero jamás como un abandono de la propia “responsabilidad”.
La profesión implica “la idea de una
misión impuesta por Dios” (M. Weber).
SAN CIRIACO Y SANTA PAULA
Su
fiesta se celebra el 18 de junio. Ciertamente sufrieron martirio por lapidación
un 18 de junio y, más probablemente, en Málaga a principios del siglo IV. Desde
fines del siglo XV, en que Málaga volvió de nuevo al culto cristiano (año
1487), los Santos Mártires fueron acogidos por los fieles que habitaban en la
ciudad como sus protectores y patronos. Ya entonces se construyó a su nombre y
en su honor un templo como sede parroquial.
Tras ser Málaga conquistada a los árabes en 1487, los
Reyes Católicos se dirigen el Papa, para comunicarle el considerable avance de
la fe cristiana en el sur de España. El Sumo Pontífice respondió
agradeciéndoles el empeño y proponiendo como Patronos de la nueva ciudad a dos
jóvenes martirizados en suelo malagueño en el año 305 durante la persecución
del Imperio Romano, San Ciríaco y Santa Paula.
En 1548, los Reyes Católicos erigieron un Templo en
Málaga a estos dos mártires. El 16 de Junio de 1582, la Iglesia declaró jornada
festiva el día 18 de este mes, aniversario de los Santos Patronos, a lo que el
Ayuntamiento se sumó inmediatamente. Sin embargo, con el paso del tiempo
dejaron de realizarse las actividades propias de una fiesta patronal, debido a
que la Virgen de la Victoria es junto a los dos mártires, patrona de la ciudad.
Hace unos años ha vuelto a declararse fiesta local, aunque los actos se reducen
a funciones religiosas celebradas en la iglesia de los Mártires, donde se
encuentran los titulares.
San Ciriaco y Santa Paula eran dos jóvenes malagueños
que fueron torturados en tiempos del emperador Diocleciano (300 d. de C.) por
defender la doctrina cristiana. Son los patronos más antiguos de Málaga, desde
antes de que se produjera la conquista de la ciudad por parte de los Reyes
Católicos, quienes los nombraron protectores en 1490 y declararon su festividad
el 18 de junio. Por eso aparecen en el escudo de armas de Málaga.
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