miércoles, 11 de enero de 2017

Párate un momento: El Evangelio del día 12 DE ENERO - JUEVES 1ª – Semana del T.O.- A San Benito Biscop



12 DE ENERO - JUEVES
1ª – Semana del T.O.- A
San Benito Biscop

Evangelio según san Marcos 1, 40-45
En aquel tiempo, se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas:
"Si quieres, puedes limpiarme".
Sintiendo lástima, extendió la mano y lo tocó diciendo:
       "Quiero: queda limpio".
La lepra se le quitó inmediatamente y quedó limpio.
Él lo despidió, encargándole severamente: "No se lo digas a nadie, pero para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés'.
Pero cuando se fue, empezó a divulgar el hecho con grandes ponderaciones, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera, en descampado, y aun así acudían a él de todas partes.

1.-  Para todos los humanos de todos los tiempos y de todas las culturas, las enfermedades resultan tanto más repugnantes cuanto más contagiosas son. por eso la lepra (y en general, las enfermedades de la piel) y los leprosos eran tan fuertemente rechazados en los pueblos del antiguo Oriente.
La legislación de Israel sobre este asunto era muy severa (Lev 13-14; 2 Re 5, 7). Y es que esta
enfermedad se consideraba, no solo un peligro muy grave para la salud y la vida, sino además era una "impureza" religiosa. De ahí que estaba prohibida cualquier forma de contacto con un leproso. Además, el leproso, Por enfermo y por impuro, no podía ni entrar en una ciudad y se veía obligado a vivir en descampado, alejado de la convivencia humana.

2.  El encuentro de Jesús con este leproso es elocuente. El leproso “se acercó” a Jesús", cosa que ningún ciudadano de entonces hubiera permitido.  El leproso debió ver en Jesús un hombre al que se podía acercar sin ser rechazado,
Esto ya es notable.
La reacción de Jesús no fue el "rechazo", lógico ante el peligro de contagio y de impureza, sino la "conmoción visceral" que es un sentimiento mucho más fuerte y más humano que la "lástima”.
       Si yo noto que los demás me tienen lástima, eso me hunde. Si lo que noto es que alguien se emociona al verme, eso me emociona a mí también.
Pero, sobre todo, lo que Jesús hizo es que se atrevió a "tocar" al leproso. Y fue el contacto físico lo que lo sanó.

3.  Jesús quebrantó la ley religiosa al tocar al leproso. Él era consciente de lo que hacía. De ahí que el relato termina diciendo que, a partir de entonces, Jesús ya no podía entrar abiertamente en los pueblos.
O sea, Jesús solidarizó con el excluido social y religioso hasta tal punto que él mismo empezó a ser visto como un excluido, por la sociedad y por la religión. Y fue precisamente por este motivo, para que el leproso volviera a ser un hombre aceptado e integrado en aquella sociedad, por lo que Jesús le dijo que fuera a presentarse al sacerdote.
El que da la vida es Jesús. Lo que da el sacerdote es el meramente un trámite legal. Jesús devolvió la integridad y la dignidad de la vida a base de jugarse él su propia vida.

San Benito Biscop

Benito Biscop fue un fundador monástico inglés, nacido de una noble familia anglo-sajona, hacia el 428. Pasó su juventud en la corte de Oswy, rey de Northumbría. Cuando tenía veinticinco años hizo la primera de sus cinco peregrinaciones a Roma. A su regreso a Inglaterra, Benedicto introdujo, siempre que le fue posible, los ritos religiosos tal como se practicaban en Roma. Poco después hizo su segunda pregrinación, y a su regreso se detuvo en Lérins, en el 666, para tomar el hábito religioso. Entonces, dos años después, retornó a Roma; el papa Vitaliano lo envió junto con el monje Adrián como ayuda de Teodoro, el nuevo arzobispo de Canterbury.
Dos años más tarde, en el 671, declinó este oficio y realizó una nueva peregrinación a Roma. Durante ésta y dos siguientes peregrinajes a la Ciudad de los Apóstoles recolectó gran número de reliquias, libros y pinturas para los monasterios de Wearmouth y Jarrow, el primero de los cuales lo fundó en 674 y el segundo en 682. También comprometió al abad Juan, archicantor de San Pedro, en Roma, para enseñar el canto romano en aquellos monasterios. Benito fue el primero que introdujo en Inglaterra la construcción de iglesias en piedra y el arte de las vidrieras. Murió el 12 de enero del 690.






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