domingo, 10 de noviembre de 2019

Párate un momento: El Evangelio del dia 12 de NOVIEMBRE – MARTES – 32ª – SEMANA DEL T. O. – C – San Josafat Kuncewicz



12 de NOVIEMBRE – MARTES –
32ª – SEMANA DEL T. O. – C –
San Josafat Kuncewicz

Lectura del libro de la Sabiduría (2,23–3,9):

Dios creó al hombre para la inmortalidad y lo hizo a imagen de su propio ser; pero la muerte entró en el mundo por la envidia del diablo, y los de su partido pasarán por ella. En cambio, la vida de los justos está en manos de Dios, y no los tocará el tormento.
La gente insensata pensaba que morían, consideraba su tránsito como una desgracia, y su partida de entre nosotros como una destrucción; pero ellos están en paz.
La gente pensaba que cumplían una pena, pero ellos esperaban de lleno la inmortalidad; sufrieron pequeños castigos, recibirán grandes favores, porque Dios los puso a prueba y los halló dignos de si; los probó como oro en crisol, los recibió como sacrificio de holocausto; a la hora de la cuenta resplandecerán como chispas que prenden por un cañaveral; gobernarán naciones, someterán pueblos, y el Señor reinará sobre ellos eternamente.
Los que confían en él comprenderán la verdad, los fieles a su amor seguirán a su lado; porque quiere a sus devotos, se apiada de ellos y mira por sus elegidos.

Palabra de Dios

Salmo: 33,2-3.16-17.18-19

R/. Bendigo al Señor en todo momento

Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloria en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. R/.

Los ojos del Señor miran a los justos,
sus oídos escuchan sus gritos;
pero el Señor se enfrenta con los malhechores,
para borrar de la tierra su memoria. R/.

Cuando uno grita, el Señor lo escucha
y lo libra de sus angustias;
el Señor está cerca de los atribulados,
salva a los abatidos. R/.

Lectura del santo evangelio según san Lucas (17,7-10):

En aquel tiempo, dijo el Señor:
«Suponed que un criado vuestro trabaja como labrador o como pastor; cuando vuelve del campo, ¿quién de vosotros le dice: "En seguida, ven y ponte a la mesa" ¿No le diréis: "Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú" ¿Tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado?
Lo mismo vosotros: Cuando hayáis hecho todo lo mandado, decid: "Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer."»

Palabra del Señor

1.  Este texto se refiere a una situación que ya no existe, al menos en los casos
"normales" que encajan en la "normalidad legal". Porque habla de "esclavos'
(douloi), una condición que legalmente   ya no está permitida, aunque bien
sabemos que "esclavos de facto" existen muchos más de los que imaginamos.
Si aquí se habla de esclavos paganos, la situación de estos era tan dura como
la de cualquier esclavo en el Imperio.
Si se trataba de esclavos judíos, la situación era distinta. Porque un judío podía permanecer en estado de esclavitud
solamente durante seis años.   Además, sus derechos estaban reglamentados en la ley bíblica (Lev 25, 40; Ex 21, 4).
Se les trataba mejor que a los esclavos
paganos, aunque la realidad diaria era, a veces bastante dura (J. Jeremias).

2.   Como es sabido, la esclavitud de entonces no era un contrato laboral
actual. El esclavo no tenía horas semanales de trabajo. Tenía que estar siempre disponible para cualquier cosa.  Y tenía que hacer lo que se le mandaba    sin rechistar ni quejarse de nada, ni por nada. Ni podía exigir nada.

3.   Jesús piensa que la disponibilidad del esclavo es la actitud interior que debe
configurar al creyente. Lo que, dicho así, es una postura que nos resulta dura,
inaceptable, degradante. Pero tendríamos   que pensar en que, si las relaciones
humanas se organizan sobre la base de esta disponibilidad constante, la convivencia sería indeciblemente más agradable y más llevadera de cuanto    podemos imaginar. 
No solo porque esto supondría vivir de verdad "para los demás" siempre. Sino además de eso, porque estamos hablando de disponibilidad al servicio del Evangelio. Lo que lleva consigo, entre otras cosas, la libertad para exigir el respeto que necesita y merece todo ser   humano.  Porque el Evangelio no nos pide jamás que renunciemos a los derechos humanos, que corresponden a todos los seres humanos.  
Lo que el Evangelio nos pide es que nos hagamos verdaderos "esclavos de la justicia, la honradez, la transparencia y la bondad".

San Josafat Kuncewicz


Su nombre de bautismo fue Juan Kunsevich. Nació en Vladimir de Volhinia (actual Polonia) hacia el 1581. En 1601 ingresó en el monasterio de la Santísima Trinidad de Vilna y 13 años después fue nombrado abad de Vilna. Católico en tierra de cisma, intenta descubrir a su pueblo la fe de la Iglesia universal. Cuando es nombrado, contra su querer, por el Papa Paulo V, Arzobispo de Polotsk, se hace inconmensurable su celo y caridad en una archidiócesis infestada por el cisma. Su actividad, su fuerza moral y su vida interior suscita envidias y celos porque la Rusia blanca, rejuvenecida, se está pasando al lado de Roma. En 1623, un tumulto invade su domicilio y es asesinado y arrojado su cuerpo al río. El arzobispo rival de Josafat, Melecio, una vez convertido, hará profesión de fe católica en Roma el 26 de Febrero del año 1627 ante el papa.

Vida de San Josafat Kuncewicz
El Cisma de Oriente fue en Julio del 1054. Rusia y las regiones a ella sometidas fueron adhiriéndose al cisma en el decurso del siglo XV. La unión de los rutenos con Roma tuvo lugar a fines del siglo XVI (1595-1596), justo cuando Juan —que así se llamaba el santo— tenía unos 15 años. Había nacido en Vlodimir (Volinia) el año 1580, en el seno de una familia noble. Se bautizó en la Iglesia bizantina separada de Roma.
Pasa a Vilna a formarse y, como es aficionado a la lectura y toma sus preferencias por los temas religiosos, conoció la verdad católica y se adhirió a ella, aunque en Vilna, eran aún pocos los unidos a Roma. Desde este descubrimiento van aumentando en él los deseos de que su pueblo abrace la unión con Roma, heredera de la fe y autoridad de Pedro sobre la que Cristo fundó su Iglesia.
Decide entrar en el monasterio de San Basilio. Ahora ha cambiado el nombre, mantiene la "J" de Juan y se llama Josafat. Desea de modo vehemente la unión de los disidentes con Roma y quiere dedicar todos sus esfuerzos a esta tarea. Vive con mortificación intensa y mucha oración.
Se ordena sacerdote. Por su celo, unos le llaman "el azote de los herejes" y otros "el raptor de almas". Los disidentes fanáticos urden tramas contra él; alguna vez la abofetean. Ejerce el ministerio en varias poblaciones: Zyrowiecz, Byten y Pinsk. Reanima las casas de la Orden y queda sólidamente restablecidos los monasterios de monjas y monjes basilianos.
Nombrado archimandrita de la Santísima Trinidad, de Vilna, en 1614. Por las pocas vocaciones, hace de todo: gobierno del monasterio, predicador, confesor, administrador, cantor y visitador de religiosas. Entre los jóvenes busca vocaciones para la vida monástica. Da impulso unionista en su monasterio renovado.
Cuando es nombrado, contra su querer, por el Papa Paulo V, Arzobispo de Polotsk, se hace inconmensurable su celo y caridad en una archidiócesis infestada por el cisma. En vez de acobardarse ante las dificultades, se crece: arrecia en penitencia y oración. El ejemplo de su austeridad conmueve; la primera autoridad eclesiástica vive de tal modo que, en determinada ocasión, tiene que empeñar su manto episcopal para aliviar a una viuda necesitada. Entregado a su ministerio pastoral, rehuye inmiscuirse en política, restaura la catedral, edifica iglesias, erige monasterios, escribe ilustrando el Primado de Pedro y defiende el patrimonio de la Iglesia. Su actividad, su fuerza moral y su vida interior suscita envidias y celos porque la Rusia blanca, rejuvenecida, se está pasando al lado de Roma.
Hasta tal punto llama la atención lo que está sucediendo en torno a Josafat que el Patriarca disidente de Jerusalén, Teófanes, viaja de incógnito y consagra obispos cismáticos en secreto para situarlos en sedes rutenas unidas ya a Roma con el fin de contrarrestar la actividad exitosa de Josafat. En Polotsk se sitúa a Melecio Smotricio que recibe el encargo de entorpecer, disminuir y eliminar si fuera posible la eficiencia unionista de Josafat. Aumentan las calumnias y las intrigas. Las armas que utiliza el arzobispo en la presente guerra a muerte entre disidentes y unionistas son la oración, la humildad sincera, la caridad exquisita y las frecuentes visitas pastorales para animar a los fieles y alentar a los pusilánimes. En una de ellas encontrará la muerte. En la que hace a Vitebsk. Aquí se urde una trama para asesinarlo en su propio domicilio. Un tumulto de mujerzuelas y populacho enloquecido invade su domicilio donde es lastimosamente ultrajado, vapuleado y tratado a hachazos; los promotores del alboroto han sido un presbítero llamado Elías con la complicidad de clérigos cismáticos. Sacado a rastras a la calle le rematan con dos disparos de lombarda en la cabeza. Su cuerpo fue arrojado al río Duna atadas sendas piedras a los pies y a la cabeza. Al cabo de cinco días son rescatados sus restos del agua, trasladados a la catedral de Vitebsk y poco después a la sede arzobispal de Polotsk. El arzobispo rival de Josafat, Melecio, una vez convertido, hará profesión de fe católica en Roma el 26 de Febrero del año 1627 ante el papa.
La persecución contra la Iglesia Católica y contra Roma en las regiones de Rusia y Rusia blanca, no es sólo cosa de los siglos XIX y XX. La fe de los rutenos y ucranianos, dentro y fuera del país, son el puntal más fuerte de la Iglesia católica oriental unida a Roma y la esperanza del retorno a la unión.

Fuente: http://www.archimadrid.es/princi/princip/otros/santoral/santora

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