13 DE MAYO – JUEVES –
6ª - SEMANA DE PASCUA – B –
Bienaventurada
Virgen María de Fátima
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (18,1-8):
EN aquellos días, Pablo dejó Atenas y se fue a Corinto. Allí encontró a un
tal Aquila, judío natural del Ponto, y a su mujer, Priscila; habían llegado
hacía poco de Italia, porque Claudio había decretado que todos los judíos
abandonasen Roma.
Se juntó con ellos y, como ejercía el mismo oficio, se quedó a vivir y
trabajar en su casa; eran tejedores de lona para tiendas de campaña. Todos los
sábados discutía en la sinagoga, esforzándose por convencer a judíos y griegos.
Cuando Silas y Timoteo bajaron de Macedonia, Pablo se dedicó enteramente a
predicar, dando testimonio ante los judíos de que Jesús es el Mesías.
Como ellos se oponían y respondían con blasfemias, Pablo sacudió sus
vestidos y les dijo:
«Vuestra sangre recaiga sobre vuestra cabeza. Yo soy inocente y desde ahora
me voy con los gentiles».
Se marchó de allí y se fue a casa de un cierto Ticio Justo, que adoraba a
Dios y cuya casa estaba al lado de la sinagoga. Crispo, el jefe de la sinagoga
creyó en el Señor con toda su familia; también otros muchos corintios, al
escuchar a Pablo, creían y se bautizaban.
Palabra de Dios
Salmo: 97,1-2ab.2cd-3ab.3cd-4
R/. El Señor revela a las naciones
su victoria
Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas.
Su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R/.
El Señor da a conocer su salvación,
revela a las naciones su justicia.
Se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel. R/.
Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad. R/.
Lectura del santo evangelio según
san Juan (16,16-20):
EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Dentro de poco ya no me veréis, pero dentro de otro poco me volveréis a
ver».
Comentaron entonces algunos discípulos:
«¿Qué significa eso de “dentro de poco ya no me veréis, pero dentro de otro
poco me volveréis a ver”, y eso de “me voy al Padre”?».
Y se preguntaban:
«¿Qué significa ese “poco”? No entendemos lo que dice».
Comprendió Jesús que querían preguntarle y les dijo:
«¿Estáis discutiendo de eso que os he dicho: “Dentro de poco ya no me
veréis, y dentro de otro poco me volveréis a ver”? En verdad, en verdad os
digo: vosotros lloraréis y os lamentaréis, mientras el mundo estará alegre;
vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría».
Palabra del Señor
1. Os animo a la leer con atención y reflexionar la palabra de
Dios. Es el mejor alimento diario de nuestra fe, si queremos seguir a Jesús. Y
lo primero que hay que hacer para tomar esta decisión de seguirle, es escuchar
su llamada, tener el oído despierto. Sabemos bien que la fe no consiste
primordialmente en creer algo sobre Jesús, sino en creerle a él, seguir con
nuestra vida a su persona y entregarle nuestro corazón.
Los apóstoles no siempre comprendían lo que Jesús les explicaba, pero
confiaban en él, en su persona y estaban a su lado. “No entendemos lo que
dice”, se lee en el evangelio de hoy. Y es que para entender a Jesús primero
hay que quererle. Sin darnos cuenta, nos acostumbramos a vivir de manera
rutinaria y repetitiva. Nos falta la alegría de quienes viven alimentándose de
su Palabra y dando gracias cada día de haberle conocido. Jesús es nuestro
Señor, nuestro Salvador, nuestro mejor Amigo que nunca falla. Él nos lleva de
la mano hasta el Padre.
2. Jesús les anuncia que están llamados a dar a luz un mundo
nuevo, basado en el amor y guiado por el Espíritu Santo. El dar a luz produce
un sufrimiento, pero acaba en una alegría inmensa. Este momento está cercano,
casi a la mano. Van a tener valor para enfrentar todas las dificultades que se
presenten, porque Jesús está con ellos como el Padre ha estado siempre con
Jesús.
Pero cuando falta el seguimiento de Jesús, cuidado y reafirmado una y otra
vez en el propio corazón y en la comunidad cristiana, nuestra fe corre el
riesgo de quedar reducida a una aceptación de creencias, de costumbres, de
palabras que no entendemos.
Es fácil entonces instalarnos en algunas prácticas religiosas, sin dejarnos
cuestionar por las llamadas que Jesús nos hace desde el evangelio que leemos
cada día. Sólo seremos sus discípulos si le damos el abrazo de la fe y lo
imitamos con nuestra vida.
3. Sucedió el 19 de agosto 2000 en Roma con ocasión de la XV
Jornada Mundial de la Juventud ante dos millones de jóvenes reunidos en la
Vigilia de oración con el Santo Padre. Massimiliano, nacido en Roma, dio su
testimonio: “He nacido en una sociedad en la que todo se puede comprar y en la
que tengo de todo. Tengo una familia unida, en casa no me falta de nada, tengo
estudios en la Universidad, tengo asegurado mi puesto de trabajo. No he
conocido ni la guerra ni las deportaciones ni el control de la libertad, como
muchos de los jóvenes que están aquí. Me considero un joven privilegiado. Pero
un día leyendo el Evangelio de Jesús encontré estás palabras que me
impresionaron muchísimo –las que Jesús dijo al joven rico: “Todavía te falta
una cosa...” ¿A mí me faltaba algo todavía? Sí, era cierto: ME
FALTABA EL AMOR A LOS POBRES... “
Hoy, en pleno siglo XXI, este
joven ha sentido el llamamiento a dar lo que tenía a los pobres y a seguir a
Cristo. En su encuentro con los pobres de Roma, este joven busca ahora vivir
como Jesús, entregando su vida por los demás. Y continúa diciendo: “Procuro
hacerme amigo de ellos: ellos ya conocen mi nombre y yo conozco el nombre de
algunos de ellos. Y todo esto no lo hago yo solo, pues estoy con un grupo de
amigos que tienen los mismos ideales que yo”.
Bienaventurada
Virgen María de Fátima
El 13
de mayo de 1917, la Virgen María se aparece por primera vez en Cova de Iría,
cerca de Aljustrel (Portugal), a tres pequeños pastores: Jacinta, Francisco
Marto y su prima Lucía, que tomó el hábito carmelitano.
En
Fátima, el mensaje de María invita a los fieles a interceder por la conversión
de los corazones y a rezar el rosario para que venga la paz. Este lugar atrae,
al igual que Lourdes, numerosos peregrinos.
Historia de Bienaventurada Virgen María
de Fátima
Desde
el 13 de mayo de 1917 la Stma. Virgen María se apareció en seis ocasiones en
Fátima (Portugal) a tres pastorcitos: Lucía, Francisco y Jacinta. En un hermoso
libro titulado "Memorias de Lucía" (cuya lectura recomendamos) la que
vio a la Virgen cuenta todos los detalles de esas apariciones.
El 13
de mayo se produjo el siguiente diálogo: - ¿De dónde es su merced? - Mi patria
es el cielo.
¿Y qué
desea de nosotros? - Vengo a pedirles que vengan el 13 de cada mes a esta hora
(mediodía). En octubre les diré quién soy y qué es lo que quiero.
¿Y nosotros
también iremos al cielo? - Lucía y Jacinta sí.
¿Y Francisco?
Los
ojos de la aparición se vuelven hacia el jovencito y lo miran con expresión de
bondad y de maternal reproche mientras va diciendo: - El también irá al cielo,
pero antes tendrá que rezar muchos rosarios. Y la Stma. Virgen continuó
diciéndoles:
¿Quieren
ofrecerse al Señor y estar prontos para aceptar con generosidad los
sufrimientos que Dios permita que les lleguen y ofreciéndolo todo en desagravio
por las ofensas que se hacen a Nuestro Señor?
Sí,
Señora, queremos y aceptamos.
Con
un gesto de amable alegría, al ver su generosidad, les dijo:
Tendrán
ocasión de padecer y sufrir, pero la gracia de Dios los fortalecerá y asistirá.
Segunda aparición: 13 de Junio de 1917.
La
Stma. Virgen les dice a los tres niños: "Es necesario que recen el rosario
y aprendan a leer".
Lucía
le pide la curación de un enfermo y la Virgen le dice: "Que se convierta y
el año entrante recuperará la salud".
Lucía
le suplica: "Señora: ¿quiere llevarnos a los tres al cielo?".
Sí a
Jacinta y a Francisco los llevaré muy pronto, pero tú debes quedarte aquí
abajo, porque Jesús quiere valerse de ti para hacerme amar y conocer. El desea
propagar por mundo la devoción al Inmaculado Corazón de María.
¿Y voy
a quedarme solita en este mundo?
¡No
hijita! ¿Sufres mucho? Pero no te desanimes, que yo no te abandonaré. Mi
corazón inmaculado será tu refugio y yo seré el camino que te conduzca a Dios.
Tercera aparición: 13 de julio de 1917.
Ya
hay 4,000 personas. Nuestra Señora les dice a los videntes: "Es necesario
rezar el rosario para que se termine la guerra. Con la oración a la Virgen se
puede obtener la paz. Cuando sufran algo digan: ‘Oh Jesús, es por tu amor y por
la conversión de los pecadores’". La Virgen abrió sus manos y un haz de
luz penetró en la tierra y apareció un enorme horno lleno de fuego, y en él
muchísimas personas semejantes a brasas encendidas, que levantadas hacia lo
alto por las llamas volvían a caer gritando entre lamentos de dolor. Lucía dio un
grito de susto. Los niños levantaron los ojos hacia la Virgen como pidiendo
socorro y Ella les dijo:
¿Han
visto el infierno donde van a caer tantos pecadores? Para salvarlos, el Señor
quiere establecer en el mundo la devoción al Corazón Inmaculado de María. Si se
reza y se hace penitencia, muchas almas se salvarán y vendrá la paz. Pero si no
se reza y no se deja de pecar tanto, vendrá otra guerra peor que las
anteriores, y el castigo del mundo por sus pecados será la guerra, la escasez
de alimentos y la persecución a la Santa Iglesia y al Santo Padre. Vengo a
pedir la Consagración del mundo al Corazón de María y la Comunión de los
Primeros Sábados, en desagravio y reparación por tantos pecados. Si se acepta
lo que yo pido, Rusia se convertirá y vendrá la paz. Pero si no una propaganda
impía difundirá por el mundo sus errores y habrá guerras y persecuciones a la
Iglesia. Muchos buenos serán martirizados y el Santo Padre tendrá que sufrir
mucho. Varias naciones quedarán aniquiladas. Pero al fin mi Inmaculado Corazón
triunfará.
Y añadió
Nuestra Señora: Cuando recen el Rosario, después de cada misterio digan:
"Oh Jesús, perdónanos nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno y
lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu
misericordia".
Cuarta aparición: Agosto 1917.
Cuarta
aparición. Esta no fue posible el 13 de agosto, porque ese día el alcalde tenía
prisioneros a los 3 niños intentando hacerlos decir que ellos no habían visto a
la Virgen. Aunque el alcalde[ma1] [ma2] no
logró su propósito, la aparición sucedió unos días después.
La
Stma. Virgen les dijo en la 4ª. Aparición: "Recen, recen mucho y hagan
sacrificios por los pecadores. Tienen que recordar que muchas almas se condenan
porque no hay quién rece y haga sacrificios por ellas". (El Papa Pío XII
decía que esta frase era la que más le impresionaba del mensaje de Fátima y
exclamaba: "Misterio tremendo: que la salvación de muchas almas dependa de
las oraciones y sacrificios que se hagan por los pecadores).
Desde
esta aparición los tres niños se dedicaron a ofrecer todos los sacrificios
posibles por la conversión de los pecadores y a rezar con más fervor el
Rosario.
Quinto aparición: 13 de Septiembre 1917.
Ya
hay unas 12,000 personas. Nuestra Señora les recomienda a los videntes que sigan
rezando el Rosario y anuncia el fin de la guerra. Lucía le pide por varios
enfermos. La Virgen le responde que algunos sí curarán, pero que otros no,
porque Dios no se confía de ellos, y porque para la santificación de algunas
personas es más conveniente la enfermedad que la buena salud. E invita a todos
a presenciar un gran milagro el próximo 13 de octubre.
Sexta y última aparición. 13 de octubre
de 1917.
En
este día hay 70.000 personas. La aparición dice a los tres niños: "Yo soy
la Virgen del Rosario. Deseo que en este sitio me construyan un templo y que
recen todos los días el Santo Rosario".
Lucía
les dice los nombres de bastantes personas que quieren conseguir salud y otros
favores muy importantes. Nuestra Señora le responde que algunos de esos favores
serán concedidos y otros serán reemplazados por favores mejores. Y añade:
"Pero es muy importante que se enmienden y que pidan perdón por sus
pecados".
Y tomando
un aire de tristeza la Stma. Virgen dijo estas sus últimas palabras de las
apariciones: QUE NO OFENDAN MÁS A DIOS QUE YA ESTÁ MUY OFENDIDO (Lucía afirma
que, de todas las frases oídas en Fátima, esta fue la que más le impresionó).
La
Stma. Virgen antes de despedirse señaló con sus manos hacia el sol y entonces
los 70,000 espectadores presenciaron un milagro conmovedor, un espectáculo
maravilloso, nunca visto: la lluvia cesó instantáneamente (había llovido desde
el amanecer y era mediodía) las nubes se alejaron y el sol apareció como un
inmenso globo de plata o de nieve, que empezó a dar vueltas a gran velocidad,
esparciendo hacia todas partes luces amarillas, rojas, verdes, azules y
moradas, y coloreando de una manera hermosísima las lejanas nubes, los árboles,
las rocas y los rostros de la muchedumbre que allí estaba presente. De pronto
el sol se detiene y empieza a girar hacia la izquierda despidiendo luces tan
bellas que parece una explosión de juegos pirotécnicos, y luego la multitud ve
algo que la llena de terror y espanto.
Ven
que el sol se viene hacia abajo, como si fuera a caer encima de todos ellos y a
carbonizarlos, y un grito inmenso de terror se desprende de todas las
gargantas. "Perdón, Señor, perdón", fue un acto de contrición dicho
por muchos miles de pecadores. Este fenómeno natural se repitió tres veces y
duró diez minutos. No fue registrado por ningún observatorio astronómico porque
era un milagro absolutamente sobrenatural.
Luego
el sol volvió a su sitio y los miles de peregrinos que tenían sus ropas
totalmente empapadas por tanta lluvia, quedaron con sus vestidos
instantáneamente secos. Y aquel día se produjeron maravillosos milagros de
sanaciones y conversiones.
Y nosotros
queremos recordar y obedecer los mensajes de la Stma. Virgen en Fátima:
"Rezar el Rosario. Hacer oración y sacrificios por la conversión de los
pecadores y NO ofender más a Dios, que ya está muy ofendido".
Apariciones del Ángel de La Paz
Un
tiempo antes de la manifestación de Nuestra Señora de Fátima, los niños
Videntes, tuvieron tres apariciones de un Ángel. La primera tuvo lugar en la
primavera de 1916 en la cueva "Loca de Cabeco".
El
Ángel les dijo: " No teman. Soy el Ángel de la Paz. Recen conmigo."
Luego
se arrodillo en la tierra, se inclinó y dijo: "Mi Dios, Yo creo en ti, Yo
te adoro y Yo te amo. Te pido perdón por todos aquellos que no creen, que no te
adoran y no te aman."
Lo
repitió tres veces, se levantó y le dijo a los pequeños "Recen de esta
manera. Los corazones de Jesús y María están atentos a sus súplicas."
Luego desapareció.
En la
segunda aparición, entre otras cosas, el Ángel les dijo: "Yo soy el Ángel
de su guardia, el Ángel de Portugal. Sobre todo, acepten y soporten con
sumisión el sufrimiento que el Señor les envíe".
En la
tercera aparición: El Ángel nuevamente se apareció en la cueva Loca de Cabeco,
llevaba consigo un cáliz y sostuvo sobre él, una Hostia. Repitió tres veces
esta oración:
"Santísima
Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo te ofrezco el preciosísimo Cuerpo,
Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo, presente en todos los tabernáculos del
mundo, en acto de reparación por los sacrilegios, ultrajes e indiferencia por
la cual Él Mismo es ofendido. Y mediante los méritos infinitos de su
Sacratísimo Corazón y del Inmaculado Corazón de María, yo le pido la conversión
de los pobres pecadores."
Después
le dio la Hostia a Lucía y ofreció el contenido del Cáliz a Jacinta y Francisco
para que lo bebieran. Repitió la oración y se marchó.
Un
observador de los hechos el Doctor Garrett, profesor de la Facultad de Ciencias
de Coimbra, Portugal, relato lo sucedido así:
"El
cielo, que había estado nublado todo el día, súbitamente se aclaró; la lluvia
paró y parecía como si el sol estuviera a punto de llenar de luz el campo que
la mañana invernal había vuelto tan lóbrego. Yo miraba el lugar de las
apariciones en un estado sereno, aunque frío, en espera de que algo pasara, y
mi curiosidad disminuía, pues ya había transcurrido bastante tiempo sin que
pasara nada que llamara mi atención. Unos momentos antes, el sol se había
abierto paso entre una capa gruesa de nubes que lo escondían y brillaba
entonces clara e intensamente. De repente escuché el clamor de miles de voces,
y vi a la multitud desparramarse en aquel vasto espacio a mis pies ... darle la
espalda a aquel lugar, que hasta ese momento había sido el foco de sus
expectativas, y mirar hacia el sol en la otra dirección. Yo también di la
vuelta hacia el punto que atraía su atención y pude ver el sol, como un disco
transparente, con su agudo margen, que brillaba sin lastimar la vista. No se
podía confundir con el sol que se ve a través de una neblina (en ese momento no
había neblina), pues no estaba velado ni opaco. En Fátima, el sol conservó su
luz y calor, y se destacó claramente en el cielo, con un margen agudo, parecía
una mesa de juego. Lo más sorprendente era que se podía mirar directamente al
disco solar, sin que los ojos se lastimaran o se dañara la retina. Durante ese
tiempo, el disco del sol no permaneció inmóvil, se mantuvo en un movimiento
vertiginoso, pero no como el titilar de una estrella con todo su brillo, pues
el disco giraba alrededor de sí mismo en un furioso remolino ...".
El
Secreto de Fátima
Nuestra
Señora de Fatima. En la tercera aparición la Santísima Virgen les contó un
secreto a los Videntes, éste está dividido en tres partes, las dos primera han
sido públicamente reveladas en el libro "Memorias de Lucía" en la
década de 1940. Y son: La Visión del infierno, el anunció de una futura guerra,
la petición de la Santísima Virgen sobre la Consagración de Rusia, como
condición para la paz mundial y la práctica de la comunión de los primeros
sábados.
La
Tercera parte o Tercer Secreto: Se hizo público el 13 de mayo del 2000.
Lucía
Dos Santos
Nació
en Aljustrel, a casi 1 kilómetro de Fátima, Portugal. El 22 de marzo de 1907,
hija de Antonio y María Rosa Dos Santos. Prima de Francisco y Jacinta. Desde la
primera aparición de la Virgen tuvo que soportar muchos sufrimientos, porque
era criticada y se dudaba de ella. Los sacerdotes de la parroquia de Fátima
insinuaron que ella podría ser un "pequeño instrumento del demonio".
Por todo esto la niña sentía mucho temor en regresar al lugar de las
apariciones, pero pudo vencerlo ante el pedido de sus primos y regresó a la
Cova de Iría, como la Santísima Virgen se lo había solicitado. Uno de sus
mayores dolores fue cuando a Virgen le dijo que se llevaría muy pronto al Cielo
a Francisco y a Jacinta y le expresó que ella permanecería en la tierra, para
difundir la devoción al Corazón Inmaculado de María.
En
1921, Lucía fue enviada al convento de las Hermanas Doroteas de Villar en
Oporto, por decisión del Obispo de Leiria, tenía entonces 14 años. En 1928, se
convirtió en religiosa y en 1946, ingresó al convento de las Hermanas
Carmelitas de Coimbra, Portugal. Tomo el nombre de María Lucía del Inmaculado
Corazón, pero es más conocida como la Hermana Lucía. La Santísima Virgen María
se manifestó a Lucía cuando ella era postulante, y le reveló la promesa de los
Cinco Primeros Sábados, cinco años después, en Junio del 1929, tuvo la visión
de la Trinidad, con la petición de la consagración de Rusia.
Beato
Francisco Marto
Videntes
de Fátima. Nació en Aljustrel, a casi 1 kilómetro de Fátima, Portugal. El 11 de
junio de 1908, era hijo de Manuel y Olimpia de Jesús Marto, hermano de Jacinta
y primo de Lucía.
Cuando
ocurrieron los acontecimientos de Fátima, éste pequeño tenía nueve años.
Durante
de la primera aparición, Lucía preguntó si Francisco iría al Cielo, y la Señora
contesto: "Sí, va a ir al Cielo, pero tendrá que rezar muchas veces el
Rosario."
Después
de las apariciones Francisco mostraba poco interés en ir a la escuela,
frecuentemente les decía a Lucía y a Jacinta al momento de aproximarse al
colegio: "Sigan, que yo voy a ir a la iglesia a hacerle compañía al Jesús
escondido" (ésta expresión se refiere al Santo Sacramento).
A fines
de 1918, Francisco y su hermanita, enfermaron gravemente por una epidemia de
bronconeumonía y el 4 de abril de 1919, el niño falleció. Lucía escribió en su
libro "Memorias... " al narrar sobre su primo: "Voló al Cielo en
los brazos de Nuestra Madre Celestial."
Beata
Jacinta Marto
También
nació en Aljustrel, a casi un kilómetro de Fátima, Portugal. El 11 de marzo de
1910. Era hija de Manuel y Olimpia de Jesús Marto, hermana de Francisco y prima
de Lucía.
Cuando
ocurrieron los sucesos de Fátima, tenía siete años, era la menor de los tres
niños. Jacinta después de haber tenido la visión del infierno, se ofreció
completamente a la salvación de las almas.
Poco
tiempo después de las apariciones enfermo, primero junto su hermano en la
epidemia de bronconeumonía, después se le declaró una pleuresía purulenta,
luego de dos meses de internación la llevaron nuevamente a su hogar, pero los
médicos encontraron que tenía una inflamación abierta y ulcerosa en el pecho.
Más tarde le diagnosticaron tuberculosis. Fue internada en el hospital de
Lisboa en donde la Santísima Virgen se le apareció en varias oportunidades.
Jacinta en su agonía ofrecía sus sufrimientos por los pecadores. Falleció en la
noche del 20 de febrero de 1920.
Francisco
y Jacinta Martos estuvieron enterrados en el cementerio municipal de Fátima,
hasta que los trasladaron a la Basílica de Nuestra Señora a principios de la
década de 1950.
Los
Cinco Primeros Sábados
El 10
de diciembre de 1925, Lucía era postulante en el Convento de las Doroteas en
España, cuando de repente tuvo la manifestación de la Virgen María y del Niño
Jesús.
Nuestra
Señora le habló así:
"Mira,
hija mía, mi Corazón cercado de espinas, que los hombres ingratos me clavan sin
cesar con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura consolarme y di que
a todos que durante cinco meses en el primer sábado se confiesen, reciban la
Sagrada Comunión, reciten el Rosario y hágame compañía durante 15 minutos, al
mismo tiempo mediten sobre los quince misterios del Rosario, con un espíritu de
expiación, que Yo les prometo asistirlos a la hora de la muerte con todas las
gracias necesarias para la salvación de sus almas."
Párrafo
de una carta que escribió la Hermana Lucía en 1927, acerca de la devoción
expiatoria de los cinco sábados al Corazón Inmaculado de María:
"La
devoción consiste en esto: Durante cinco meses, el Primer Sábado, recibir a
Jesús en la Comunión, recitar el Rosario, hacerle compañía a Nuestra Señora
durante quince minutos mientras se medita sobre los misterios del Rosario y
confesarse. La confesión puede hacerse unos días antes, y si en esta confesión
previa usted ha olvidado la intención (obligatoria), se puede ofrecer la
siguiente intención, siempre y cuando uno reciba la Santa Comunión en estado de
gracia el primer Sábado, con el propósito de expiar las ofensas contra la
Santísima Virgen y que afligen Su Inmaculado Corazón."
La
Visión de la Trinidad
El 13
de Junio de 1929, en Tuy, España, Lucía tuvo una visión que representaba a la
Santísima Trinidad.
La
Hermana Lucía habló así acerca de lo sucedido: "...entendí que era el
Misterio de la Santa Trinidad que se me enseñó, y yo recibí luces acerca de
este misterio, que no se me permite revelar".
En
ese instante Nuestra Señora le dijo: "el momento ha llegado para que Dios
le pida al Santo Padre que lleve a cabo, en unión de todos los obispos del
mundo, la consagración de Rusia a Mi Inmaculado Corazón. De esta manera, El
promete salvar a Rusia."
La
Basílica
Fue
iniciada en 1928 y consagrada el 7 de Octubre de 1953. Tiene quince altares que
corresponden a las quince decenas del Rosario en honor de Nuestra Señora, quien
en ese lugar declaró:
"Yo
soy la Señora del Rosario". EL edificio está construido de piedra caliza
sólida, y tiene una torre de 65 metros. Las tumbas de Francisco y Jacinta,
están ubicadas detrás del Altar Mayor. El cuadro del altar mayor simboliza el
mensaje de Nuestra Señora a los niños, preparados por el Ángel de Portugal, por
medio del encuentro con Jesús en la Eucaristía. Los vitrales representan
escenas de las apariciones y algunas invocaciones de la Letanía de la Virgen.
El órgano, fue instalado en 1952, tiene cerca de 12 mil tubos.
En la
entrada del Santuario, por la parte sur de la Rectoría, se encuentra, un
monumento inaugurado el 13 de agosto de 1994, que contiene una porción del Muro
de Berlín, demolido a partir del 9 de Noviembre de 1989.
La
Capilla
Fue
el primero edificio construido en Cova de Iría, y es precisamente el lugar de
las apariciones de Nuestra Señora. Hay una columna de mármol sobre la cual está
colocada la Imagen de Virgen.
Está
compuesto por 15 capillitas, catorce recordando la Pasión del Señor y una
décima quinta por su Resurrección. El Vía Crucis comienza en la rotonda de
Santa Teresa y recorre parte del camino entre Aljutrel y el lugar de las
apariciones en Cova de Iría.
Por
debajo del Calvario hay una Capilla dedicada a San Esteban. Las primeras 14
estaciones, fueron inauguradas el 12 de Mayo de 1964, la 15ª, el 13 de octubre
de 1992.
Monumento
del Sagrado Corazón de Jesús: Se eleva en el centro de la plaza y sobre un
pozo, cuya agua ha sido el medio de muchas gracias.
Fechas importantes después del milagro
de Fátima:
28
de abril de 1919: Comienza la Construcción de la
Capillita.
13
de octubre de 1921: Se permite por primera vez celebrar
la Santa Misa.
3 de
mayo de 1922: El Obispo de Leiría, manda instaurar
el proceso canónico, sobre los acontecimientos de Fátima.
10
de diciembre de 1925: Lucía era postulante en el Convento
de las Doroteas en España, cuando tuvo la manifestación de la Virgen María y
del Niño Jesús.
13
de Junio de 1929, Tuy, España: Lucía tuvo una visión
que representaba a la Santísima Trinidad.
13
de octubre de 1930: El Obispo de Leiria declara, dignas
de fe las apariciones y autoriza el culto de Nuestra Señora de Fátima.
13
de mayo de 1931: Se consagra por primera vez a
Portugal, al Inmaculado Corazón de María.
31
de octubre de 1942: Pío XII, hablando en portugués por
la radio, consagra el mundo al Inmaculado Corazón de María.
2 de
enero de 1944: La hermana Lucía puso por escrito
la tercera parte del Secreto de Fátima.
13
de mayo de 1946: La Imagen de Nuestra Señora de
Fátima de la capillita es coronada por el Cardenal Marsella.
21
de noviembre de 1964: El Papa Pablo VI, cuando
clausura la tercera sesión del Concilio Ecuménico, anuncia, la concesión de la
Rosa de Oro al Santuario de Fátima, la que entregaría el Cardenal Cento, el día
13 de mayo de 1965.
13
de mayo de 1967: S.S. Pablo VI, viaja a Fátima en el
cincuentenario de la primera aparición de Nuestra Señora.
12 y
13 de mayo de 1982: S.S. Juan Pablo II viaja a Fátima
como peregrino, para agradecer el haber sobrevivido del brutal atentado,
sufrido un año antes en la plaza de San Pedro y consagra a la Iglesia, a los
hombres y a los pueblos, al Inmaculado Corazón de María.
25
de marzo de 1984: En la plaza de San Pedro en
Roma, delante de la Imagen de la Virgen, Juan Pablo II consagra una vez más, el
mundo, al Inmaculado Corazón de María, en unión con todos los Obispos del
Mundo.
12 y
13 de mayo de 1991: El Santo Padre Juan Pablo II, vuelve
a Fátima por segunda vez, como peregrino, en el décimo aniversario de su
atentado.
13
mayo de 2000: El Santo Padre preside la ceremonia
de beatificación de Jacinta y Francisco Marto.
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