martes, 8 de septiembre de 2015

Párate un momento: Evangelio del dia 9 de Septiembre - MIÉRCOLES - XXIIIª - Semana del Tiempo Ordinario


9 de Septiembre - MIÉRCOLES -
XXIIIª - Semana del Tiempo Ordinario

Lc 6, 20-26

En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos hacia sus discípulos, les dijo: “Dichosos los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios. Dichosos los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados. Dichosos los que ahora lloráis porque reiréis. Dichosos vosotros cuando os odien los hombres, y os excluyan, y os insulten y proscriban vuestro nombre como
infame por causa del Hijo del Hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo: porque vuestra recompensa será grande en el cielo. Eso es lo que hacían vuestros padres con los profetas. Pero, ¡Ay de vosotros, los ricos, porque ya tenéis vuestro consuelo! ¡Ay de vosotros los que estáis saciados porque tendréis hambre! ¡Ay de los que ahora reís, porque haréis duelo y lloraréis! ¡Ay si todo el mundo habla bien de vosotros! Eso es lo que hacían vuestros padres con los falsos profetas".

1. Como es sabido, el evangelio de Mt, en el Sermón del Monte (5, 1), recuerda ocho bienaventuranzas (5, 3-10), mientras que el evangelio de Lc, en el Sermón de la Llanura (6, 17), menciona solo cuatro bienaventuranzas (6, 20-23). Se discute entre los expertos en el estudio de los evangelios cuál de estas dos redacciones de las bienaventuranzas es la más original. Parece lo más probable que las tres primeras del evangelio de Lucas (6, 20b. 21) son las más originales, tal como fueron transmitidas por la fuente Q (U. Luz). También es de resaltar que la redacción de Mateo parece aludir a la subida de Moisés al monte Sinaí (Ex 19, 3. 12; 24, 15. 18;
34, 1 s.4). El “monte” tiene en la Biblia una referencia casi “sagrada", mientras que la “llanura” suprime tal referencia. Lucas piensa en la tierra donde trabajamos y vive la gente, sin más.

2.. Según la redacción más antigua y original que ha llegado a nosotros,
Jesús no habló de “pobres de espíritu", sino de “pobres", sin más. Jesús, por tanto, no habla de los que “espiritualmente están desprendidos” de las riquezas que poseen. Jesús se refiere a los pobres, sin más. Los pobres eran la inmensa mayoría de los ciudadanos de la Palestina del tiempo de Jesús. Como son ahora también la inmensa mayoría de los habitantes del planeta tierra. Teniendo en cuenta que la brecha entre ricos y pobres se va haciendo más grande a medida que va pasando el tiempo. Y es que la economía mundial está pensada y organizada para que produzca ese resultado. Así, el poder y el dominio de unos pocos se impone a todos los demás.
¿Tiene esto solución?

3. La solución de este aterrador problema no va a venir del sistema económico y político) que está causando el problema. La solución solo puede venir de otras convicciones. El Evangelio las propone.
El Reino de Dios es de los pobres porque el Reino de Dios es la fuerza que puede cambiar este mundo. Ahora bien, esa fuerza no la tienen los ricos. Sencillamente porque a los ricos les interesa que esto siga como está y como va.
Los pobres son los que están abajo en la historia. Y, desde abajo, la vida se ve de manera completamente distinta a como se ve desde arriba. Los que están abajo ven la política, la economía, la religión.., desde los que sólo tienen su humanidad. Los que están abajo luchan por defender lo minimamente humano. El Reino de Dios, antes de darnos el cielo, tiene que hacer este mundo más humano. Y eso, solamente los pobres lo pueden hacer. Si las convicciones del Evangelio rigen nuestras vidas. Así se crea el dinamismo de la “bondad” y de la “justicia”.


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