martes, 21 de marzo de 2017

Párate un momento: El Evangelio del dia 22 DE MARZO - MIÉRCOLES 3ª - SEMANA DE CUARESMA San Bienvenido Scotivoli



22 DE MARZO - MIÉRCOLES
3ª - SEMANA DE CUARESMA
San Bienvenido Scotivoli

Evangelio según san Mateo 5, 17-19
    En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
"No creáis que he venido a abolir la ley o los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. Os aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la ley.
El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe asía los hombres, será el menos importante en el Reino de los Cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el Reino de los Cielos'.

1.  Para comprender la importancia y el significado de la advertencia sobre la ley, que aquí hace Jesús, conviene recordar que, en la formación del judaísmo, es determinante la reforma que llevó a cabo Esdras y que se afianzó en los siglos IV y III.
El punto capital de esta reforma consistió en establecer la Ley como el elemento constitutivo de la comunidad judía, toda ella fundamentada en la observancia exacta de la Ley (Torá) (J. Bright).
Por eso Jesús advierte que él no ha venido a abolir la Ley. Jesús era judío. Y, de no haber dejado muy clara su postura respeto a la Ley, el judaísmo del s. I ni le habría prestado atención.

2.  Pero el   planteamiento de Jesús va mucho   más lejos.  Porque afirma que "no ha venido a abolir la ley, sino a darle cumplimiento".
El verbo "pleróo", que utiliza este evangelio para hablar del   "cumplimiento", significa dos cosas:
1) Hacer respetar la Ley.
2) Modificar la Ley mediante sus enseñanzas (G. Strecker, H. Hübner).
Jesús, en efecto, fue siempre un buen israelita. Pero no solo eso. Además, Jesús subordinó la observancia de la Ley a las necesidades y carencias de los seres humanos.
Las curaciones de enfermos son características en este sentido. Jesús curó enfermos precisamente    en los días que eso estaba prohibido por la Ley religiosa. Para Jesús, el problema humano de la salud estaba antes que el problema religioso de la observancia de la Ley Sagrada. Para Jesús, lo más sagrado es el bien del ser humano.

3. ¿Qué significa esto? Este comportamiento     de Jesús, y sus enseñanzas a este respecto, entrañan un criterio y un principio de acción, que es decisivo en la vida, a saber: la ética sin misericordia lleva directamente a la dictadura.
Así es. Todos los dictadores y tiranos, que en el mundo han sido, oprimieron, maltrataron y hasta mataron a la gente, explicando semejante conducta y justificando sus atrocidades con argumentos éticos de la más alta significación: la defensa de la justicia, de los derechos, del bien de la patria, de la dignidad de las clases trabajadoras, la protección de la propiedad, el fomento de la fe y de la religión, etc.
Pero de sobra sabemos que, cuando todo eso se hace sin entrañas de misericordia hacia cada ser humano en su situación concreta, lo que se impone
no es la ética, sino la barbarie, que machaca literalmente a los individuos y a los pueblos.
Lo decisivo, para Jesús, no fue la ética, sino la misericordia.

San Bienvenido Scotivoli

Bienvenido Scotívoli nació en Ancona en 1188; estudió derecho en Bolonia bajo la guía de San Silvestre Guzzolini, canónigo de Osimo, después fundador de los monjes Silvestrinos.
Nombrado capellán pontificio, luego arcediano de Ancona. El 1 de agosto de 1263 fue nombrado administrador de la diócesis de Osimo, que había sido unida a la Numana por Gregorio IX en castigo por su adhesión al partido de Federico II. Restablecida la sede el 13 de marzo de 1264 Urbano IV le confió su gobierno a Bienvenido, que en 1267 fue también encargado por Clemente IV del gobierno de la Marca de Ancona.
En este período ordenó sacerdote a san Nicolás de Tolentino. Fue devotísimo de San Francisco, acogió en su diócesis a los Hermanos Menores y pidió pertenecer a la primera Orden. Vistió con fervor el hábito y se empeñó en vivir el espíritu seráfico.
Bienvenido fue un gran reformador. Por una disposición del 15 de enero de 1270 prohibió al monasterio de San Florencio de Pescivalle, del cual era administrador, enajenar los bienes.
En un sínodo habido el 7 de febrero de 1273 prohibió la venta de las propiedades eclesiásticas y en 1274 puso en marcha la reforma del capítulo de la catedral y defendió los derechos de la diócesis sobre la ciudad de Cingoli.
En su ministerio episcopal siempre tuvo como única meta promover la gloria de Dios, despreciar las riquezas y las cosas del mundo, trabajar intensamente por el bien de su alma y de las almas confiadas a sus cuidados.
En su actuación sabía unir la fortaleza y la suavidad de los modales, para el triunfo de la justicia y de la paz en el vínculo del amor. Fue un verdadero y buen pastor de su rebaño y vigilante custodio de las leyes de Dios y de la Iglesia. Celoso en la predicación evangélica y en la instrucción catequística, muchas veces visitó la diócesis, celebró un sínodo diocesano en el cual dictó sabias normas para promover la disciplina eclesiástica. Promovió la cultura y la formación de los nuevos levitas, que preparaba para el sacerdocio, con palabra inspirada, con el buen ejemplo, y con su vida santa.
Bienvenido murió el 2 de marzo de 1282, a los 94 años de edad. Fue sepultado en la iglesia catedral de Osimo en un noble mausoleo, por disposición del clero y el pueblo. Sobre su sepulcro tuvieron lugar gracias y milagros. Martín IV reconoció el culto en 1284, sin haber sido canonizado.


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