22 DE MARZO -
MIÉRCOLES
3ª - SEMANA DE CUARESMA
San Bienvenido
Scotivoli
Evangelio según san Mateo 5, 17-19
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus
discípulos:
"No creáis que he venido a abolir
la ley o los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. Os aseguro
que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última
letra o tilde de la ley.
El que se salte uno solo de los
preceptos menos importantes, y se lo enseñe asía los hombres, será el menos
importante en el Reino de los Cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será
grande en el Reino de los Cielos'.
1. Para
comprender la importancia y el significado de la advertencia sobre la ley, que aquí
hace Jesús, conviene recordar que, en la formación del judaísmo, es determinante
la reforma que llevó a cabo Esdras y que se afianzó en los siglos IV y III.
El punto capital de esta reforma consistió en
establecer la Ley como el elemento constitutivo de la comunidad judía, toda
ella fundamentada en la observancia exacta de la Ley (Torá) (J. Bright).
Por eso Jesús advierte que él no ha venido a abolir la
Ley. Jesús era judío. Y, de no haber dejado muy clara su postura respeto a la
Ley, el judaísmo del s. I ni le habría prestado atención.
2. Pero el planteamiento de Jesús va mucho más lejos.
Porque afirma que "no ha venido a abolir la ley, sino a darle
cumplimiento".
El verbo "pleróo", que utiliza este
evangelio para hablar del
"cumplimiento", significa dos cosas:
1) Hacer respetar la Ley.
2) Modificar la Ley mediante sus enseñanzas (G.
Strecker, H. Hübner).
Jesús, en efecto, fue siempre un buen israelita. Pero
no solo eso. Además, Jesús subordinó la observancia de la Ley a las necesidades
y carencias de los seres humanos.
Las curaciones de enfermos son características en este
sentido. Jesús curó enfermos precisamente
en los días que eso estaba prohibido por la Ley religiosa. Para Jesús,
el problema humano de la salud estaba antes que el problema religioso de la
observancia de la Ley Sagrada. Para Jesús, lo más sagrado es el bien del ser humano.
3. ¿Qué significa esto? Este comportamiento de
Jesús, y sus enseñanzas a este respecto, entrañan un criterio y un principio de
acción, que es decisivo en la vida, a saber: la ética sin misericordia lleva
directamente a la dictadura.
Así es. Todos los dictadores y tiranos, que en el
mundo han sido, oprimieron, maltrataron y hasta mataron a la gente, explicando
semejante conducta y justificando sus atrocidades con argumentos éticos de la
más alta significación: la defensa de la justicia, de los derechos, del bien de
la patria, de la dignidad de las clases trabajadoras, la protección de la
propiedad, el fomento de la fe y de la religión, etc.
Pero de sobra sabemos que, cuando todo eso se hace sin
entrañas de misericordia hacia cada ser humano en su situación concreta, lo que
se impone
no
es la ética, sino la barbarie, que machaca literalmente a los individuos y a
los pueblos.
Lo decisivo, para Jesús, no fue la ética, sino la
misericordia.
San Bienvenido
Scotivoli
Bienvenido Scotívoli nació en Ancona en 1188;
estudió derecho en Bolonia bajo la guía de San Silvestre Guzzolini, canónigo de
Osimo, después fundador de los monjes Silvestrinos.
Nombrado capellán pontificio, luego arcediano
de Ancona. El 1 de agosto de 1263 fue nombrado administrador de la diócesis de
Osimo, que había sido unida a la Numana por Gregorio IX en castigo por su
adhesión al partido de Federico II. Restablecida la sede el 13 de marzo de 1264
Urbano IV le confió su gobierno a Bienvenido, que en 1267 fue también encargado
por Clemente IV del gobierno de la Marca de Ancona.
En este período ordenó sacerdote a san
Nicolás de Tolentino. Fue devotísimo de San Francisco, acogió en su diócesis a
los Hermanos Menores y pidió pertenecer a la primera Orden. Vistió con fervor
el hábito y se empeñó en vivir el espíritu seráfico.
Bienvenido fue un gran reformador. Por una
disposición del 15 de enero de 1270 prohibió al monasterio de San Florencio de
Pescivalle, del cual era administrador, enajenar los bienes.
En un sínodo habido el 7 de febrero de 1273
prohibió la venta de las propiedades eclesiásticas y en 1274 puso en marcha la
reforma del capítulo de la catedral y defendió los derechos de la diócesis
sobre la ciudad de Cingoli.
En su ministerio episcopal siempre tuvo como
única meta promover la gloria de Dios, despreciar las riquezas y las cosas del
mundo, trabajar intensamente por el bien de su alma y de las almas confiadas a
sus cuidados.
En su actuación sabía unir la fortaleza y la
suavidad de los modales, para el triunfo de la justicia y de la paz en el
vínculo del amor. Fue un verdadero y buen pastor de su rebaño y vigilante
custodio de las leyes de Dios y de la Iglesia. Celoso en la predicación
evangélica y en la instrucción catequística, muchas veces visitó la diócesis,
celebró un sínodo diocesano en el cual dictó sabias normas para promover la
disciplina eclesiástica. Promovió la cultura y la formación de los nuevos
levitas, que preparaba para el sacerdocio, con palabra inspirada, con el buen
ejemplo, y con su vida santa.
Bienvenido murió el 2 de marzo de 1282, a los
94 años de edad. Fue sepultado en la iglesia catedral de Osimo en un noble
mausoleo, por disposición del clero y el pueblo. Sobre su sepulcro tuvieron
lugar gracias y milagros. Martín IV reconoció el culto en 1284, sin haber sido
canonizado.
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